Cómo formular los objetivos
Según Tamayo y Tamayo (1999):
El enunciado de un objetivo consta de un conjunto de palabras, las cuales permiten varias combinaciones y hacen posible el logro de la expresión de un propósito determinado. En la combinación de palabras o símbolos es necesario tener cuidado, pues se puede correr el riesgo de indicar con palabras una cosa diferente a lo que queremos expresar. Por tal razón, el enunciado simbólico del objetivo debe responder a lo que el investigador tiene en mente como fin o propósito de la investigación.
Es necesario insistir en que lo que se busca con un objetivo es la comunicación exacta de lo que se tiene en mente, por ello el mejor enunciado es aquel que excluye el mayor número de interpretaciones posibles. En la redacción de objetivos se debe considerar que hay palabras o símbolos con muchas interpretaciones e igualmente los hay que admiten pocas interpretaciones, por lo cual se debe seleccionar la palabra o el verbo que más convenga a su sentido de exactitud respecto de lo que se piensa.
Otra característica importante en la declaración de un objetivo es que este debe identificar el tipo de resultados concretos que se pretende lograr. Además los objetivos deben señalar acciones relacionadas con las metas y los intereses que el investigador esté en capacidad de realizar y que no se salgan de sus posibilidades reales.