Panorama de la situación en Colombia
Colombia cuenta con una población cercana a los 41 millones de habitantes, de los cuales el 42 % son menores de edad y el 20 % residen en Bogotá. El 70 % de la población habita en las zonas urbanas, mientras que el resto vive en áreas rurales.
Aunque la lengua oficial es el español, el país cuenta con cerca de 30 grupos indígenas que representan el 3% de la población total y que mantienen sus dialectos nativos. De acuerdo con la Constitución Política de Colombia, para ellos la educación debe ser bilingüe, en español y en su lengua nativa.
Colombia está organizada como una república democrática en la que el poder público se divide en tres ramas independientes: ejecutiva, legislativa y judicial. El pueblo elige por votación popular la mayoría de los funcionarios de primer orden, como el presidente, los gobernadores, los alcaldes y los congresistas.
Crisis económica
Desde hace varios años, el país presenta un crecimiento económico negativo continuado, altas tasas de desempleo, pérdida del poder adquisitivo, pérdida del ingreso y alta concentración de la riqueza. Estas son, entre otras, las causas del empobrecimiento de más de la mitad de la población del país.
Desempeño económico
Colombia aún es considerado como un país de desarrollo mediano dentro del contexto mundial, a pesar que todas las variables sociales y económicas reflejan una tendencia creciente hacia la pérdida de la calidad de vida y del desarrollo humano.
Contrario a su comportamiento macroeconómico histórico, durante los últimos años la economía colombiana ha presentado tasas de crecimiento anual negativas. La estabilidad que la distinguió dentro del contexto latinoamericano durante la segunda parte del siglo XX parece haberse agotado.
La consecuencia más directa de todo esto ha sido la pérdida en el ingreso de los colombianos, equivalente al 25 % entre 1997 y 1999. El ingreso per cápita al final del siglo XX se estimó por debajo de 1200 dólares con un bajo nivel de ingreso y desarrollo.
Empleo
De manera coherente con el desempeño económico agregado, los porcentajes de ocupación han venido deteriorándose durante los últimos años. La tasa de desempleo abierto alcanzó, a mediados del año 2000, un nivel del 20 %, siendo la tasa más elevada en la historia del país y, según expertos, una de las más altas del mundo.
Esta cifra de desempleo equivale a un número aproximado de 3.8 millones de colombianos sin trabajo. La gravedad de esta situación se hace mayor si se tiene en cuenta un nivel existente de subempleo cercano al 23 %.
Precios y salarios
El modelo de política económica aplicado en Colombia durante la mayor parte de la segunda mitad del siglo XX le permitió obtener índices de inflación anual estables, considerados como los más bajos en el contexto latinoamericano.
El comportamiento de los precios ha sido la variable de referencia para el manejo y diseño de la política salarial en Colombia. En 1956 se instauró un sistema de fijación del salario mínimo anual concertada entre el Gobierno, los trabajadores y los gremios, con base en la inflación experimentada durante el año corriente; política equivalente a devolverle al trabajador, de manera rezagada, la capacidad de compra perdida durante el mismo año.
A partir de los años noventa se empezaron a aplicar los reajustes salariales sobre las expectativas de inflación para el año que entraría en vigencia, de manera que la capacidad de compra de los trabajadores receptores de la asignación mensual mínima quedaba sujeta a los resultados de la política antinflacionaria que aplicara el Gobierno de turno.
Aunque no está determinado por la ley, el reajuste de la remuneración mínima es utilizado como parámetro de referencia para el incremento del resto de ingresos salariales. Si se tiene en cuenta que hubo periodos en los que la capacidad de compra de los salarios fue negativa, este último resultado puede considerarse como evidencia de una permanente tendencia a la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores colombianos durante la segunda parte del siglo XX.
Crisis social
Aumento de la pobreza
La debilidad del Estado, la alta concentración de capital y poder, y el empobrecimiento creciente de la mayor parte de la población convergen en una crítica situación social para todos los colombianos que se refleja en su fraccionamiento y mal funcionamiento, tanto individual como colectivo.
El poder económico –conformado por la Iglesia católica, el Ejército Nacional, los sindicatos, los gremios económicos, los medios de comunicación y los partidos políticos tradicionales– es ejercido por el 3 % del total de la población, es decir que un grupo de menos de 9000 personas han dirigido a toda la nación durante las últimas dos décadas. Esta desigualdad en la distribución de las oportunidades sumada al desprestigio creciente de la clase política ha conducido a una crisis generalizada de desconfianza en el sistema social.
El 56.3 % de los colombianos, unas 22.6 millones de personas, se encontraba bajo la línea de pobreza en 1999. Para el Departamento Nacional de Planeación (DNP), ente rector de la política económica del país, se consideran pobres quienes reciben menos del 42 % del salario mínimo vigente. De los 22.6 millones de pobres que había en el año 2000, 7.9 millones eran indigentes; es decir, el 19.7% de la población del país.
Pobreza y distribución del ingreso
La distribución del ingreso en el país es una de las menos equitativas del mundo. Esto se comprueba en recientes estudios que aseguran que, después de su enorme deterioro entre los años 30 y 60, la desigualdad del ingreso monetario descendió rápidamente en los años 70 y continuó en descenso durante los últimos quince años, pero de manera más lenta.
Analfabetismo y escolaridad
Los niveles de analfabetismo en Colombia disminuyeron del 40 al 8.5 % durante la última mitad del siglo XX, y aunque en un comienzo las tasas de analfabetismo femenino eran mayores que el masculino, a final de siglo se igualaron.
A pesar de este evidente progreso en los niveles educativos de la población es importante anotar que en términos absolutos el número de personas iletradas se ha mantenido en 3.5 millones, aproximadamente, y que la tasa de escolaridad promedio obtenida en el año 2000 alcanza tan solo a siete años por persona.
Este resultado es especialmente significativo si se tiene en cuenta que el desempleo creciente tiene su mayor incidencia en la población con menos escolaridad.
Situación de la niñez
Aunque la crisis económica y social por la que atraviesa Colombia afecta de manera indiscriminada a la totalidad de sus pobladores, no hay duda de que el mayor efecto negativo recae sobre las personas más vulnerables: los niños.
Cerca del 42 % de la población colombiana es menor de 18 años, cifra equivalente a 15 millones de niños. La situación de inequidad en que se encuentran los menores puede resumirse en los siguientes indicadores:
- 5.6 millones de niños se encuentran en situación de pobreza y 1.3 millones, en situación de miseria.
- Se reportan cerca de siete homicidios diarios de personas menores de 18 años.
- Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, diariamente 2 millones de niños son maltratados.
- Según el Ministerio de Salud y Protección Social, a partir de los cinco años de edad las lesiones de causa externa ocupan el primer lugar como causa de enfermedad.
- En 1993, un estudio de este mismo ministerio mostró que de cada 1000 niños, 148 habían estado expuestos a maltrato físico, verbal o a abuso sexual. De los delitos sexuales evaluados en menores de 18 años, el grupo de 5 a 14 años representó el 67 % y el de menores de 5 años, el 9 %. El 80 % de los casos de abuso sexual son cometidos por personas conocidas, en quienes las víctimas confían e incluso aman.
- Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en la actualidad hay más de 35 000 niños en procesos de protección por ausencia temporal o permanente de la familia.
- Según el Ministerio de Trabajo y Protección Social, 2.5 millones de niños son explotados o trabajan sometidos a inequidad e injusticia.
- En la zona urbana trabaja el 15.65 % de la población entre 12 y 17 años, mientras que en las zonas rurales lo hace el 33 %.
- Más del 50 % de los menores trabajadores colombianos se dedican solamente a la actividad laboral.
- De los niños que trabajan en el campo, el 75 % recibe una cuarta parte del salario mínimo legal por hora, mientras que el 25 % restante no recibe remuneración alguna.
- Cerca de 6000 niños se encuentran vinculados a grupos guerrilleros o paramilitares.
- Aproximadamente 450 menores se encuentran secuestrados por estos grupos subversivos.
- 21 000 niños son explotados sexualmente.
- 2.7 millones de niños en edad escolar no están escolarizados.
- El 9 % de los delitos conocidos por las autoridades fueron cometidos por menores de edad.
- Cerca de 1500 ilícitos fueron cometidos utilizando menores de edad.
Inseguridad
La seguridad física de la vida y los bienes de los habitantes de Colombia cuenta con múltiples amenazas, lo cual afecta la calidad de vida y eleva los niveles de estrés.
Las muertes violentas, que promedian las 30 mil por año, se deben en un 15 % a los combates que se llevan a cabo en el marco del conflicto armado entre grupos guerrilleros, paramilitares o de autodefensa y el Ejército Nacional. El restante 85 % obedece a accidentes, ejercicio de la violencia y delincuencia común.
Actualmente se impone la modalidad delincuencial del levante
consistente en que grupos de delincuencia común, por una comisión, hacen el seguimiento, retención y posterior entrega de personas secuestrables
a los grupos guerrilleros. Este hecho constituye un mayor riesgo para la persona objeto del plagio, al quedar sometida al peligro proveniente de diversas fuentes.
Estas actividades de secuestro se atribuyen a la delincuencia común, a paramilitares y en mayor proporción a los grupos guerrilleros. La población víctima de este flagelo se concentra en industriales, ganaderos, extranjeros y población infantil.
En abril del año 2000, las FARC emitieron su Ley 2 por medio de la cual conminaban a todas las personas o entidades con un capital igual o superior a un millón de dólares a pagar un «impuesto voluntario» bajo la amenaza ser cobrado a través de secuestros en caso de no ser pagado a tiempo. Estos mecanismos de obtención de recursos para financiar la guerra se intensificaron como reacción a la obtención de recursos para la dotación del Ejército que el Gobierno recibió a través del Plan Colombia.
Crisis humanitaria
La población es la principal perjudicada del debilitamiento de las instituciones y del tejido social colombiano; en particular las personas más pobres y vulnerables, carentes de los medios fundamentales de subsistencia.
La crisis humanitaria tiene su mayor, aunque no exclusiva, expresión en el fenómeno de desplazamiento interno forzado. Esta es una realidad insuficientemente atendida por el Gobierno y la prensa internacional, a pesar que en Colombia hay más desplazados que en Kosovo y Timor Oriental juntos.
Problemática del desplazamiento interno
El desplazamiento interno forzado se ha intensificado en los años recientes, al punto de ubicar a Colombia como el segundo país del mundo con mayor número de personas que han sufrido esta situación. Durante los últimos años, el conflicto armado ha sido responsable del desplazamiento involuntario interno de más de 2.5 millones de personas, de las cuales el 60 % son menores de 18 años de edad.
La intención de los grupos armados en conflicto de ejercer el control de un territorio es una de las razones principales para el aumento de estas cifras. Otra razón es económica, y obedece al deseo de colonización de tierras por parte de grupos de diversa índole. Los medios para propiciar el desplazamiento forzado son el terror y la violencia.
Los principales afectados por el desplazamiento son los habitantes de las zonas rurales en donde se desarrollan combates por posiciones estratégicas o en donde se establecen zonas de control para ejercer el cultivo de plantaciones de coca o amapola. También, quienes moran en zonas de interés económico real o potencial, como por ejemplo los campos con reservas petrolíferas o en donde hay un plan para la realización de un gran proyecto económico.
Los desplazados sufren la pérdida de sus posesiones y, muchas veces, el asesinato de sus seres queridos. Al huir para salvar la vida dejan atrás sus raíces y su historia, y se lanzan al vacío del desarraigo.
En todos los casos, los desplazados sufren todo tipo de carencias y terminan convirtiéndose en los más pobres entre los pobres.