Oferta y demanda monetaria

La oferta monetaria es la suma total de los medios de pago en circulación. Comprende la llamada moneda manual, es decir, los billetes y monedas que están en circulación y que son emitidos por el banco central, que en el caso colombiano es el Banco de la República. También comprende la moneda fiduciaria, o sea el crédito bancario bajo la forma de depósitos a la vista contra los cuales se pueden girar cheques. No se cuentan allí los billetes ni las monedas que se atesoran, ni las reservas de los bancos que conforman el encaje legal.

La demanda monetaria se compone de tres elementos: del dinero necesario para que la comunidad efectúe las transacciones (tanto de bienes recientemente producidos como de los que entran a hacer parte del patrimonio), del dinero destinado al atesoramiento (como precaución para la atención de gastos futuros), y del que se utiliza en la especulación de los mercados de valores. Cuando la sociedad se encuentra en una etapa de auge económico, la demanda de moneda para transacciones comerciales es mayor. Por el contrario, cuando la sociedad atraviesa una fase de depresión, la demanda para destinar al atesoramiento es la que crece.

A raíz de que la corriente monetaria permanece durante un tiempo indefinido, mientras que la corriente del producto y del ingreso nacional tiene una duración temporal aproximada de un año, la corriente monetaria suele ser mucho menor que la del producto y la del ingreso, ya que sus mismas unidades monetarias sirven para múltiples operaciones de cambio.

Lo anterior permite definir el requerimiento de la liquidez para las transacciones, el cual se expresa mediante la fórmula:

Donde K corresponde a la liquidez requerida; M, a la cantidad de moneda en circulación, y Y, al ingreso. A la relación inversa se le denomina velocidad-ingreso de la circulación de la moneda, y se expresa así:

Estas relaciones muestran la proporción que debe existir entre la corriente monetaria y la de producción e ingreso. Cuando un inmoderado crecimiento de la moneda altera dicha proporcionalidad, se producen fenómenos como la inflación.