La Estratificación Internacional
Después de la Segunda Guerra Mundial, el término “grandes potencias” no es unívoco. Se ha popularizado la expresión “superpotencia” para aludir a Estados Unidos y la URSS como potencias rectoras de bloques en el sistema internacional bipolar. Ocasionalmente se ha extendido el uso del término a China, que sería una superpotencia en ciernes, y se ha aludido a Japón como una superpotencia económica. La expresión sugiere que estas potencias formarían una categoría especial dentro de las grandes potencias.
Algunas caracterizaciones de la estratificación mundial procuran tomar en cuenta esta nueva realidad convirtiendo las antiguas grandes potencias en “grandes potencias de carácter regional”. Entre las potencias de este tipo se menciona a Gran Bretaña, Francia, Alemania Federal y Japón.
Esta perspectiva es acertada en cuanto los estados mencionados han sufrido la evolución referida. Una tabulación de nóminas de potencias medianas en cuatro estudios especializados revela que solamente hay acuerdo unánime en los casos de India, Italia y Canadá. Tres especialistas califican a Australia en la categoría; dos especialistas se pronuncian por Francia, España, Argentina, Brasil, México, Indonesia y Japón. China, Pakistán, Irán, Israel, Gran Bretaña, Alemania, Suecia, Yugoslavia y Sudáfrica son potencias medianas sólo para un autor (un especialista considera que Gran Bretaña, Francia, Alemania Federal, China y Japón son grandes potencias).
La base de la pirámide internacional de estados agruparía a la gran mayoría de los estados que se consideran potencias menores. Sin embargo, esta categoría es tan vaga y heterogénea que resulta difícil generalizar sobre la potencia menor o el pequeño estado. Es difícil imaginar contrastes económicos y políticos más pronunciados que los existentes, por ejemplo, entre Bolivia y Dinamarca, Suiza y Bangladesh o Nueva Zelandia y Paraguay.