Cambios nacientes en el inicio de la Edad Moderna

Los Grandes Descubrimientos

Algunos años antes, Cristóbal Colón había llegado a las Antillas, en 1492, y una bula del Papa Alejandro VI de Borja, en 1493, había dividido el mundo por descubrir entre España y Portugal. El Tratado de Tordesillas, del 3 de junio de 1494, entre los dos soberanos, modificó los términos de la repartición, con lo que mostraron el poco caso que hacían de la voluntad pontificia, así como la importancia de los descubrimientos marítimos y de las conquistas coloniales.

Los Estados con gobierno centralizado que sucedieron a las señorías feudales pudieron optar por una política de poderío. La violenta realidad de los imperialismos marítimos, oceánicos y continentales sustituyó a la noción quimérica y unitaria del Imperio.

A las veleidades de conquista de los Estados se opusieron las resistencias de los demás. La débil comunidad cristiana que ya se había dislocado en reinos, casi en naciones; abandonó entonces el principio medieval de una jerarquía ordenada y la sustituyó por una relación casi mecánica de las fuerzas, el control y la vigilancia recíprocos. El principio italiano de balance de poder se volvió en el de equilibrio europeo.

Nacimiento del Sentimiento Nacional

Este sentimiento se encuentra fundamentado en la integración cultural, el referente étnico de una población, teniendo en cuenta que estos serán los pilares fundamentes para la legitimidad de un Estado. Es por ello que al darse la pérdida del representante “el rey”, el cual es la figura principal del Estado, genera un reestructura tanto a nivel político como social, dando como resultado un orden social y una naturalización de las discrepancias políticas, generando de esta manera un distribución poblacional desde los diferentes Estados Soberanos.

Las guerras no sólo fueron asuntos de príncipes que buscaban extender sus posesiones o defender sus intereses dinásticos; nacieron los patriotismos que marcaron la resistencia frente a los imperialismos.

De acuerdo a lo expuesto por Orlandis (2005), en 1526, Francisco I fue vencido en Pavia: le cedió Borgoña a Carlos V. Más tarde, para no cumplir el tratado, pretendió que los borgoñones se negaran a pasar bajo la autoridad del emperador y el Parlamento de Borgoña manifestó su oposición. A menudo, se hace notar cómo los tres obispados de Metz, Toul y Verdún pasaron a la corona de Francia en virtud del tratado de Cateau-Cambrésis en 1559 y también gracias al consentimiento de las poblaciones, es decir, una especie de primer plebiscito.

Pero los pueblos no siempre apoyaron a sus soberanos: los montañeses de los cantones suizos, aunque ligados por los pactos confederales del siglo XIV, salvaguardaron su independencia frente a Austria. Los Países Bajos españoles se rebelaron y fundaron las Provincias Unidas en 1579. Una tregua de doce años reconoció su independencia en 1609 y en 1648 un tratado particular dentro del marco de los tratados de Westfalia la consagró.