
La baja generación de empleo productivo en los demás sectores de la economía ha hecho que en el comercio se desarrolle un amplio sector informal de bajos ingresos y condiciones laborales ilegales. FENALCO afirma que son más las personas ocupadas en el comercio informal que en el formal.
De acuerdo con el DANE, el comercio, a mediados de los años ochenta, concentraba el 30.1% (0.7% comercio al por mayor, 24.5% comercio al por menor y 4.8% comercio callejero) de los trabajadores informales de las cuatro principales ciudades del país. En contraposición, los demás servicios ocupaban el 42.4% y la industria manufacturera el 19.4% de mano de obra informal.
Una característica central de los trabajadores informales es que un bajo porcentaje de ellos están cobijados por algún sistema de seguridad social. Mientras en el total de la economía sólo un 17.3% de la población ocupada en el sector informal se encontraba afiliada a la seguridad social, en el comercio esta proporción ascendía al 18.4%.
En 2001 las empresas informales del sector comercio eran 541.066 con ingresos brutos de $12.294.067, o sea, el 61.5% del producto total de la actividad informal en Colombia. Sin embargo, no se pueden desconocer múltiples formas de interrelación, derivadas de las propias actividades de producción y distribución. Así, los vendedores informales constituyen una eficiente cadena de distribución de bienes producidos en el sector formal; igualmente, es común que las personas activas en una misma familia laboren en uno y otro.1
1 Oquendo, R. (Abril 27 de 2013). Problemas que afectan al comercio en Colombia. Principales problemas que afectan al comercio en Colombia, basado en el libro "Estructura económica Colombiana" de Gilberto Arango Londoño. Recuperado de: https://prezi.com/021id3o7mgdn/problemas-que-afectan-al-comercio-en-colombia/
Este comprende aquellos sistemas de distribución de bienes y servicios de consumo final o intermedio donde el Estado otorga cierto recurso o privilegio especial para quesea transferido al consumidor o usuario en la medida de su necesidad. Esta forma comercial pone en desventaja a las demás formas comerciales que no tienen prerrogativa alguna en el difícil y competido mercado.
El Idema ya liquidado, las cajas de compensación familiar, las cooperativas y fondos de empleados, y los mercados móviles son entidades que clasifican en esta categoría. Los beneficios recibidos del Estado por estas instituciones van desde exenciones de impuestos nacionales y municipales y aportes provenientes de las empresas afiliadas hasta la utilización gratuita del espacio público. Esta forma representa cerca del 8% del total del comercio. Las cajas de compensación (Cafam y Colsubsidio, principalmente) concentran alrededor del 70% de los ingresos totales por ventas e estas entidades. No obstante, no han cumplido cabalmente u cometido:
Esta clase sirve de intermediaria entre los productores nacionales o proveedores extranjeros y otros productores o distribuidores finales, constituyéndose en la cadena de intermediación entre productores y comercio al por menor.
Fedesarrollo calcula que el 67% de las ventas al por menor se efectúan entre productores y distribuidores minoristas, el 19% se realiza en insumos industriales y el 14% restante se lleva a cabo entre los consumidores, el Gobierno y la exportación.
Existen grandes diferencias entre sectores comerciales. Algunos casos muestran que cuando las estructuras de comercialización son muy competitivas, los márgenes de comercializaicón son algo inestables y estos a su vez amplían las fluctuaciones de los precios mayoristas.
Colombia recientemente entró a la era de los hipermecados (negociaciónc de productos al por mayor). Inicialmente esto se mostró a través de los almacenes de Carulla, Surtimax, Alkosto, tiendas Olímpica, Éxito, Macro y Carrefour. Estos muestran una filosofía que se basa en la venta de alimentos, electrodomésticos, elementos de aseo y droguerías en especial; lo anterior se logra gracias a la capacidad de almacenamiento de estas grandes cadenas. El hipermercado entonces entra en contacto directo con los proveedores, sin intermediarios, y cumple la función de una gran bodega de puntos de fábrica. En estos establecimientos es más importante la economía de compras y la rotación de los inventarios que la prestación de los productos o su ubicación en las góndolas.
La introducción de este tipo de mercadeo ha generado también un avance en los sistemas de administración y contadurías de los almacenes. Hoy en Colombia muchos almacenes manejan sus inventarios a través del código de barras, y lectores láser en las cajas.
La venta de productos de consumo final contribuye con un volumen apreciable en el valor total de las ventas del comercio en general. Es el subsector que mayores dificultades presenta en la medición de las variables que lo caracterizan pues incluye a los vendedores ambulantes.
Mientras que el comercio al por mayor acentúa su desempeño en el mes de noviembre, el minorista lo hace en diciembre, al acercarse la época navideña. Además de la época, el nivel de ingreso real también incide sobre las ventas. Se ha podido establecer que el aumento en el valor total de salarios, eleva considerablemente las ventas en los diversos sectores debido a que hay mayor capacidad de ingresos.
En Colombia se pueden encontrar establecimientos con poco personal; existen casos predominantes estadísticamente como los establecimientos con menos de 4 personas, que ocupan el primer lugar dentro de los negocios con menos personal. En las ventas al detal o de distribución, las empresas familiares son el 96% de la totalidad de son ventas son el 72% de lo distribuido. En la distribución al por mayor, el 94% son empresas de familia, las que venden el 70% de lo distribuido.