En Colombia los principales aspectos que impactan el desarrollo de la industria tiene que ver con:
La comparación de las cifras estadísticas del DANE y de la ANDI de 1982 con las arrojadas por el Censo Económico Nacional y Multisectorial de 1990 muestra el proceso de descentralización de la actividad industrial, tanto por áreas metropolitanas como por sectores del país. Por ejemplo, en 1982 el 83.3% de los establecimientos industriales se localizaban en cinco áreas: Bogotá (31.8%), Antioquia (22.4%), Valle del Cauca (14.8%), Atlántico (7.3%) y Santander (7%). En estas mismas áreas se concentraba un 81.1% del personal empleado.(Síntesis económica, 1983)
En las cifras del censo Económico de 1990 se indica que el 64.9% del total de los establecimientos industriales se localizaban en las siguientes zonas: Bogotáen lo más alto con el 28.4%, seguido de Antioquia con el 13.1%, luego el Valle del Cauca con el 13.2%, Santander con el 6.2% y finalmente Atlántico con el 4%. Durante los años de 2003 y 2004 se ha evidenciado un crecimiento industrial en Atlántico, determinando así que en 2005 tenga un incremento del 8% dentro del sector insdustrial nacional. En estas mismas cinco áreas se concentra el 79.9% del personal ocupado en el ámbito nacional.1 Se espera entonces que mediante la Ley 13 de 1986, (acentuada por la Nueva Constitución Política del año de 1991) se ayude a reducir la centralización en cinco polos industriales y a su vez, se divida mucho mejor en el resto del territorio nacional, en especial en las zonas de bajos recursos, con deficiencias de empleo y suministro de bienes manufacturados.
1 DANE (Febrero de 1991). Censo Económico Nacional y Multisectorial, 1990. Avance estadístico.
En general, la industria colombiana se encuentra sectorizada geográficamente en solo algunos polos y en pocas actividades. Esta estructura, al ser comparada con la de otras naciones, muestra que la industria de bienes de consumo e intermedios se encuentra sobredimensionada con respecto a la de bienes de capital. Este tipo de estructura económica no se ha modificado en 20 años a pesar del cambio que se dio del modelo de desarrollo "hacia adentro" al modelo de desarrollo de exportaciones de producto. Con este cambio se generaron nuevos y notorios avances en la economía nacional, pero aún así falta bastante camino para poder tener muchos mejores resultados, en especial dentro de las principales ramas de producción como lo son los alimentos, las bebidas, los textiles y los productos químicos.
En cuanto a la importación de bienes según su uso o destino económico, la manufactura colombiana se ha caracterizado por la compra de bienes intermediarios en su mayoría dandole así un rango de no menos del 40% del total de compras industriales al exterior, esto desde el año 1960; para el 2004 llegó a un porcentaje del 52% del total. En segundo lugar se ubica la compra de bienes de capital, que nunca ha bajado del 30% en su total. El país, al concentrarse en la importación y no tanto en la exportación, puede correr riesgos y verse sometido con más rigor a las fluctuaciones cíclicas del mercado mundial. Un ejemplo de esto se presenta en el sector textil, que perdió su competitividad gracias al contrabando, y así generó un alto porcentaje de desempleo que no pudo ser solucionado por los otros sectores de la industria.
Respecto al ciclo industrial en Colombia, un estudio del Banco de la Republica señala que el consumo y la productividad del trabajo en la industria se adelantan 12 meses a los movimientos del ciclo de producción industrial, la inversión se rezaga tres meses, el empleo 12 meses y los precios entre seis y 10 meses de acuerdo con la desagregación por grupos de bienes. Los resultados indican también que los precios que primero responden al ciclo son los bienes de consumo intermedio, mientras los de consumo final y de capital se rezagan 2 meses más.2
2 Ripoll, M., Misas, M. y López, E. (1995). Una descripción del ciclo industrial en Colombia. Banco de la Republica. Borradores Semanales de Economía, No 33.
Cerca del 63% de la cartera en moneda doméstica del año 2004 fue destinada a diversas actividades del sector indutrial, tales como el capital de trabajo, la reposición de equipos y la invesión industrial en general. Por otro lado, los microcréditos sol contaban con 568 millones, menos del 1% del total, evidenciando el poco acceso a préstamos a los pequeños empresarios. Para ayudar a contrarestar esta problemática, se fortaleció institucionalmente el Fondo Nacional de Garantías (FNG) y así poder brindar más facilidades de crédito a las MiPymes. Esto permitió mayor capacidad operativa, mñas gestión de riesgo y mayor confienza por parte del sector financiero como aval de dedudas para microempresas según lo dicta el Artículo 72, de la Ley 795 de 2003.
Otra manera de obtener préstamos en el país era recurir a las entidades extrajeras, debido a la imposibilidad de obtenerlos nacionalmente; esto hizo que la junta directiva del Banco de la República prohibiera el acceso a este tipo de financiación ya que las consideraban como un factor infraccionarío. Durante varias décadas este número de préstamos ha ascendido y descendido constantemente (1970 - 1996); ya para inicios del siglo en toda Latinoamérica, el sector industrial ha disminuido su apalancamiento externo y se ha concentrado más en obtener los préstamos mediante moneda local, así reduciendo la deuda externa del país. Una de las mayores fuentes de ingresos para bancos y corporaciones han sido las líneas de crédito emitidas desde el Banco Mundial y su Corporación Financiera, posibilitando el surgimiento de la gran mayoría de industrias del país en las dos últimas décadas. Las principales fuentes financieras para la creación de estas indutrias han sido el Fondo de Inversiones Privadas y el Fondo de Promoción de Exportaciones (Proexpo), actualmente llamado Banco de Comercio Exterior. Debido a la Ley 31 de 1992, los fondos de fomento del Banco de La República fueron traspasados al Instituto de Fomento Industrial (IFI), que después se vería en liquidación, haciendo que sus activos y pasivos fueran trasladados a Granahorrar y Bancoldex, entidad que sigue manejando los créditos extranjeros.
Mientras en 1965 la principal fuente de recursos para la empresa era la generación interna, con una participación del 49.2%, seguida del crédito con el 36.6% y los aportes de capital de los socios con un 14.2%, en los años ochenta los préstamos constituyeron la principal fuente de recursos con una participación del 67.3% sobre un 29.9% de las fuentes internas y un 2.8% de aportes de capital. De igual manera, el uso que dieron las empresas industriales a los fondos pasó de un 30.6% para capital fijo, 15.3% a inventarios y 54.1% a usos financieros en 1965, a 22.8%, 23.1% y 54.1%, respectivamente, durante los años ochenta.3
3 Rosas Díaz, M. G. (1984). Formación de capital, productividad y desarrollo industrial. Boletín de la Comisión Nacional de Valores. No 6, Vol. 2, año 2.
El endeudamiento siempre ha sido un problema grave a nivel nacional en el sector industrial, el cual se ve reflejado en la baja liquidez en el capital de trabajo. Esta situación hace que muchas veces, por temor al riesgo, las empresas quiebren y tengan que acogerse a la restructuración de la Ley 550 de 1999.
Haciendo frente a estas dificultades, la empresa endeudada antes de declararse en bancarota, podía utilizar la figura del concordato para poder salvar la empresa mediante los propietarios. Pero como muchos otros acuerdos, a veces las personas involucradas se aprovechaban de estos para dilatar el cumplimiento de sus obligaciones laborales especialmente. Por ello, en 1996 se vio la necesidad de introducir reformas a las diposiciones sobre los concordatos contenidos dentro del Código de Comercio.
Al capitalizar las empresas, se ha pretendido siempre disminuir las crisis financieras que se puedan generar; estas soluciones se han buscado especialmente a través de retenciones a las utilidades operacionales, como por ejemplo la expedición del Decreto 2317 de 1953, donde se estableció la doble tributación, medida que fue abolida a finales de los años 80 con la Reforma Tributaria hecha por la Ley 75 de 1986.
A fines de 1991, el mercado de acciones tomó una gran importancia, pero aún así muchos empresarioas no confiaban las decisiones y el manejo de sus empresas a desconocidos; por esta razón, la Ley 27 de 1990 reglamentó la emisión de dividendos preferenciales sin derecho a voto, por las acciones negociadas a sus propietarios; estas últimas salieron al mercado por primera vez en 1991. Esta modalidad de títulos valores, así como los procesos de democratización accionaría llevados a cabo por empresas como ISA, en 2002, y ETB en 2003, estimuló nuevas colocaciones que capitalizan la rama industrial.