La variable interviniente y otros posibles tipos de variables
De acuerdo con Sabino (1996):
Conviene analizar si la variable interviniente aparece a partir de la variable independiente, es decir, es posterior a ella […] o actúa como factor concerniente en la relación de variables.
Es normal que una variable no solo afecte a otra más, sino a varias simultáneamente, así como que una variable dependiente sea influida por dos, tres o más variables independientes. Además de estas tres posiciones básicas que las variables pueden adoptar al relacionarse entre sí, existe una cuarta posibilidad que se refiere a las dos características del universo que ejercen una influencia de tipo difuso y general sobre todo el conjunto de los hechos considerados.
Las variables contextuales indican el ámbito general donde se desarrollan los fenómenos que se estudian. Por ejemplo: los valores presentes en una sociedad, el tipo de estructura económica.
La variable antecedente es la que se supone como «antecedente» de otra. Ejemplo: para realizar el aprendizaje se supone un grado mínimo de inteligencia. Por lo tanto, la variable inteligencia es antecedente para la variable aprendizaje.
Cuando existe una variable independiente no relacionada con el propósito del estudio, pero que puede presentar efectos sobre la variable dependiente, tenemos una variable extraña. Por tal razón, un estudio bien diseñado es aquel que nos asegura que el efecto sobre la variable dependiente solo puede atribuirse a la variable independiente y no a variables extrañas. Ejemplo: si deseamos evaluar el efecto de determinado método de enseñanza, podemos considerar que la inteligencia es una variable extraña. Otro ejemplo: si parte de la investigación consiste en la aplicación de pruebas psicológicas, y en el momento de la aplicación hay mucho ruido o se corta la luz, estas alteraciones pueden considerarse como variables extrañas.