Conceptualización
En esta segunda etapa —que representa a su vez un nivel más elevado respecto del anterior— se empieza a conceptualizar el problema de la investigación. La conceptualización implica generar ideas o conceptos y establecer relaciones entre ellos a partir de las evidencias que proporcionan los datos empíricos obtenidos en forma directa e indirecta. De igual manera se establecen con mayor claridad y precisión las conexiones primarias entre los fenómenos, una vez que se han destacado aquellos más relevantes para nuestro objeto de estudio.
Como producto de la conceptualización se elabora la correlación empírica, también llamada hipótesis primaria o empírica, que será comprobada a través de técnicas y herramientas para llegar a la esencia del conocimiento y probar la hipótesis descubriendo las relaciones y conexiones internas fundamentales, en suma, para descubrir las leyes que permitan explicar y predecir. Esto último en la medida en que el comportamiento de los fenómenos lo permita.
Esto obliga a entrar en el plano teórico, que representa el tercer nivel y el más elevado del conocimiento científico, ya que la teoría va más lejos que los hechos que le son ofrecidos por lo real. La teoría los sobrepasa no teniendo únicamente en ellos, por lo tanto, su origen y su fundamento. Supone otras formulaciones teóricas de las que parte y en las que se apoya. Es importante subrayar que la teoría puede ser ajustada o cambiada si es preciso por los hechos empíricos.