El fenómeno del cuello de botella

Los cuellos de botella no son ni negativos ni positivos, son una realidad y hay que utilizarlos para manejar el flujo del sistema productivo.

Según E. Goldratt, lo que determina la capacidad de la planta es la capacidad del recurso cuello de botella.

La clave está en equilibrar esa capacidad con la demanda del mercado, y a partir de ahí balancear el flujo de producción de todos los recursos productivos al ritmo del factor productivo cuello de botella.

Es indispensable aprovechar al máximo los cuellos de botella; una hora perdida en este tipo de recursos es una hora perdida en todo el sistema productivo.

El Programa de Optimización de la Producción de Goldratt distingue dos tipos de recursos productivos:

Los cuellos de botella deben trabajar prioritariamente en productos que impliquen un aumento inmediato de las salidas del sistema y no en productos para mantener inventarios. Pero ocuparse de los cuellos de botella no implica descuidar aquellos que no lo son, porque dejarlos fabricar libremente aumenta los inventarios y los gastos de operación innecesariamente.

La clave de TOC es que la operación de cualquier sistema complejo consiste en realidad en una gran cadena de recursos interdependientes (máquinas, centros de trabajo, instalaciones) pero solo unos pocos de ellos, los cuellos botella (llamados restricciones) condicionan la salida de toda la producción.

Reconocer esta interdependencia y el papel clave de los cuellos de botella es el primer paso que las compañías que implementan TOC tienen que dar para crear soluciones simples y comprensibles para sus complejos problemas.

En el lenguaje TOC, los cuellos de botella (restricciones) que determinan la salida de la producción son llamados Drums (tambores), ya que ellos determinan la capacidad de producción (como el ritmo de un tambor en un desfile). De esta analogía proviene el método llamado DrumBufferRope (Tambor Inventario de Protección Soga) que es la forma de aplicación de la Teoría de las Restricciones a las empresas industriales.

El control de los recursos cuello de botella (CB) es el más importante, ya que de ellos dependerá en gran medida los “ingresos netos” de la empresa y el evitar la generación de inventarios.

Por ejemplo: la calidad debe ser controlada antes de que los productos hagan uso de las horas limitadas de los cuellos de botella; los ítems que ya incorporan estas horas deben ser tratados con sumo cuidado, puesto que cualquier circunstancia que dé lugar a la pérdida de uno de ellos (un defecto en un proceso posterior al cuello de botella) se transforma automáticamente en un producto menos para la venta.