El respeto a uno mismo fortalece el respeto a los demás. Los padres y todos los componentes de la familia, merecen respeto, que es una forma de amarlos, entenderlos y aceptarlos.
Es libre quien entiende que su libertad termina donde empieza la libertad del otro. la libertad auténtica comienza cuando una persona a la hora de elegir es capaz de distanciarse de sus apetencias inmediatas y opta por realizar el ideal de su vida por cumplir con su vocación y su misión.
En una amistad autentica se piensa más en el otro que en uno mismo. Seguimos siendo distintos, pero dejamos de ser distantes.
Todos los valores se van entretejiendo unos con otros, hasta formar el gran valor que implica el hecho de amar la vida como un don irrepetible y maravilloso como una tarea gratificante que debemos cumplir con alegría.
Ser responsable es asumir las consecuencias de los propios actos y aprender a cumplir las obligaciones y deberes, no tanto en obediencia de normas, sino por convicción propia, es tomar las riendas de la vida y responder de la marcha de la misma.
La lealtad parte de un conocimiento de un compromiso con uno mismo, y nos conecta directamente con otros valores afines como integridad, sinceridad y honestidad.
Todas las personas tienen pleno derecho a que les respetemos la vida y su dignidad, sus creencias, sus ideas y a que reconozcamos que son diferentes. La tolerancia permite avanzar hacia la construcción de una sociedad armónica y diversa. La tolerancia tiene cercanía con valores como el dialogo la convivencia la paz.