Esto desató en los medios de comunicación de la época una verdadera tormenta verbal, que llegó a sus máximos niveles en los meses de abril, mayo y junio de 1976, y que empezó en “El Tiempo” del 4 de abril, al destacar que “el ejército anunció ayer la creación de la Universidad Nacional Nocturna, para capacitar no sólo a los militares sino a los civiles”. Y el 15 de dicho mes, el mismo periódico informó:
Ya abiertamente tomando partido contra la idea inicial, “El Tiempo” editorializó el 3 de mayo del referido año:
Y el 8 del mismo mes, volvió sobre el asunto:
Ya el 2 de mayo siguiente, “El Tiempo” dio la noticia:
Este mes de mayo fue el de la gran polémica. El día 6, “El Espectador” comentó:
El 10 del citado mes, Alonso Aragón Quintero escribió en “El Pueblo”:
Y el 2, informó “El Colombiano”:
El 12, en “El Espectador”, Gerardo Molina escribió:
El 13 de mayo, volvió “El Tiempo”, con: “
El día 15, apareció otro titular en “El Tiempo”:
El 18, hubo dos comentarios en el mismo periódico. Uno, firmado por Andrés Holguín:
Al día siguiente, “La República” opinó:
Esto, quizás como respuesta a lo que Luis Carlos Pérez había publicado el 17 del mismo mes en la Revista Alternativa:
Para continuar la polémica, el 20 de mayo, en “El Espectador”, escribió Hernando Giraldo:
El mismo día, Víctor Sánchez Montenegro escribió en “La República”:
Y al otro día, el editorial de “El Correo”, anotó:
Estas son apenas unas muestras de la polémica desatada por el comentario del General Camacho Leyva, porque políticos, educadores y particulares tomaron partido a favor o en contra de la idea. Y desde luego, el Presidente Alfonso López Michelsen era el dueño de la última palabra, y la dijo el primero de junio de 1976, en un discurso en la Escuela Militar de Cadetes:
“¿Será acaso que la oficialidad pertenece a una categoría de ciudadanos a quienes no se les pueden proporcionar los mismos conocimientos que al resto de sus compatriotas?” Y luego reiteró que “Colombia no necesita ya que sus gobiernos tengan un ejército de confianza, sino que basta con tener confianza en el ejército”.
Después de esto, citamos la noticia publicada en el diario “El Tiempo”, el 6 de julio de l.976:
Y un año más tarde, se estructura la creación de la Escuela Militar de Medicina, anexa al Hospital Militar, y que luego se llamaría Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud, que inició sus labores en el primer semestre de 1979.
Ya con el Decreto Ley 84, del 23 de enero de 1980, firmado por el presidente Julio César Turbay Ayala, el ministro de educación Rodrigo Lloreda Caicedo, y el ministro de defensa, general Camacho Leyva, la Universidad Militar inicia plenamente su fase de desarrollo institucional.
En los años posteriores, la Universidad fue consolidándose. El orden, la disciplina, la calidad de los docentes, la ausencia de huelgas, la seriedad y proyección nacional e internacional de sus estudios, le fueron dando un lugar preponderante en el desarrollo de la educación superior en el país, hasta llegar al 23 de julio de 1982, cuando adquirió marco jurídico legal de organización con los Decretos 754 y 2288; y el Ministerio de Educación Nacional, por Resolución l2975, de la fecha arriba indicada, le reconoce su carácter de Universidad, acto que se consolida el l5 de agosto de l.985 mediante el Decreto Ejecutivo 2273, el cual expresa que “es una institución universitaria y podrá adelantar con arreglo a las disposiciones legales, programas en la modalidad de formación universitaria, en las áreas de ciencias de la salud, ingeniería, economía, derecho, y las demás que el ConsejoDirectivo considere conveniente asumir en dicha modalidad, y en la formación avanzada”.
Posteriormente, con la Ley 30 de 1992 se organizó el servicio público de Educación Superior en el país, y se reconoció a la Universidad en el artículo l37, como una Unidad Administrativa Especial. Lo que se complementó con la Ley 805 del 2 de abril del año 2003, que establece que la Universidad Militar Nueva Granada “es una persona jurídica con autonomía académica, administrativa y financiera, con patrimonio independiente, con capacidad para gobernarse, designar sus propias autoridades, elaborar y manejar su presupuesto de acuerdo con las funciones que le correspondan y dictar sus normas y reglamentos conforme a la presente ley”.
En resumen: ese 5 de julio de 1976 se matricularon 62 estudiantes, y las clases comenzaron en 3 aulas prestadas por la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova, para los 3 programas iniciales. Hoy la Universidad tiene más de 16.000 estudiantes, su oferta educativa cubre casi todas las gamas del saber, tiene fuera de los programas de pregrado más de 114 opciones entre, pregrados, especializaciones, y maestrías, ofrece programas a distancia en diferentes disciplinas, y cuenta con tres Sedes: la de la Calle 100, con aulas especiales en sus cinco pisos, laboratorios, centros de sistemas y de idiomas, la administración general y las oficinas de las distintas facultades, capilla, gimnasio, aula máxima, parqueaderos, canchas de deporte, cafeterías, plazoleta de comidas, parque interior, librería, y todos los elementos para el bienestar universitario; la Sede de la Calle 49 donde funciona la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, con edificios de aulas y servicios especiales y uno nuevo de laboratorios, salas de reanimación y simulación con la última tecnología; y la Sede de Cajicá, 75 hectáreas en plena sabana, con extensas zonas verdes y fuentes de agua, amplios salones, corredores, edificaciones confortables, laboratorios de experimentación para todas sus carreras, y servicio especial de transporte en tren para sus estudiantes, profesores y funcionarios. [1]
[1]Morales, H. (2008). Cátedra Neogranadina. Universidad Militar Nueva Granada, Repositorio Institucional UMNG. Páginas 13 - 17. Recuperado de: http://repository.unimilitar.edu.co/handle/10654/10612