La planeación prospectiva estratégica define los objetivos a lograr en el largo, el mediano y el corto plazo, en concordancia con la visión de futuro establecida previamente.
Los objetivos son entonces instrumentales, en función de la visión de futuro previamente concebida. Esto conlleva un cambio de mentalidad y una variación de la planeación tradicional. En esta, los objetivos son las finalidades de la planeación, lo que se busca. En la planeación prospectiva, los objetivos están al servicio de la visión de futuro definida con anterioridad.
La planeación prospectiva estratégica se fundamenta en administrar los objetivos planteados a la luz de la visión de futuro y responde repreguntas del tipo ¿qué hacemos?, ¿hacia dónde nos orientamos?.
Sin lugar a dudas, la definición de los objetivos de manera estratégica requiere de una detallada priorización de los “qué” a obtener sobre el simple quehacer, para lo cual es muy útil volver sobre la razón de ser del objeto que se está planeando, sea la empresa, la organización, el Estado.
También es pertinente la priorización del “qué hacer” sobre el “cómo hacer”, lo que permite establecer las acciones que en términos de eficacia, llevarán a la consecución de los objetivos definidos como respuesta a la visión de futuro.
De esta manera, la planeación prospectiva estratégica es un compromiso de la organización o de la empresa con su propio futuro construido exante, a través de las acciones que implican los objetivos.
Esta es la razón por la cual este tipo de planeación es estratégica: por su compromiso con la acción, con la ejecución de los objetivos. La prospectiva no es únicamente el ejercicio mental de la reflexión sobre lo que puede acontecer mañana; es ante todo, decidir un futuro, plantear los objetivos que implica dicho futuro e inmediatamente actuar para modificar el presente.
Sólo podemos modificar el presente; el pasado no existe, tampoco el futuro; solo existen en nuestra imaginación. De lo único que disponemos es del presente y es este lo único que podemos cambiar a través de las decisiones acertadas que tomentos y sobre todo, que ejecutemos.