La prospectiva se caracteriza por su visión global, cualitativa, múltiple (“n” escenarios) y voluntaríasta, y por su práctica participativa.
Visión global: aunque el objeto de estudio de la prospectiva sea muy local, este enfoque requiere un manejo y conocimiento de la dimensión global del fenómeno bajo estudio. A manera de ejemplo: puedes estar estudiando la prospectiva del empleo de tu ciudad, para los próximos 5 años. A fin de que tengas una comprensión prospectiva del tema, deberás tener una clara comprensión del futuro del empleo en el mundo. Recuerda, si un país hace un tratado de libre comercio con otro estado, en realidad, tácitamente está negociando el tema del empleo que se derivará de los alcances de tal tratado.
Visión cualitativa: así como el forecasting es de carácter cuantitativo, la prospectiva se centra en datos e información de carácter cualitativo. Si vuelves a los conceptos básicos de la prospectiva, las modas, las rupturas, los gérmenes de cambio, son por definición propia, fenómenos más cualitativos que cuantitativos. No importa la cantidad sino la fuerza motriz del fenómeno.
Esta es una de las diferencias centrales de la prospectiva con la futurología y el forecasting: la cualidad de los datos e información. El foresight, por el contrario, hace mayor énfasis en los datos de orden cualitativo. Por esta razón, el foresight se aproxima más a la prospectiva que el mismo forecasting, aunque ambos conceptos aportan a la prospectiva, como lo acabamos de decir.
Y ¿por qué la importancia de lo cualitativo en prospectiva? La prospectiva es la orientación del cambio, según una determinada teoría de cambio social. También podríamos afirmar que la prospectiva es orientación del cambio. Y los cambios sociales son complejos, intensos, veloces, cualitativos e irreversibles. De ahí se deriva el peso de lo cualitativo en prospectiva. Si el enfoque del futuro fuera cuantitativista, esto sería un reduccionismo de la compleja y turbulenta realidad.
El otro aspecto que se destaca en nuestro enfoque de la prospectiva es su carácter “voluntarista” y “desiderativo” (desiderium) sobre la construcción del futuro que queremos que ocurra. Este voluntarismo en la construcción del futuro es esencial al mismo concepto. Por este lado podemos reforzar la idea de que la prospectiva es un acto de la libertad humana, entendido como la posibilidad real y existencial de construir el futuro que cada uno quiera. Es, realmente, la esencia de la prospectiva.
Visión múltiple: desde el presente y mirando hacia adelante, no hay un solo escenario de futuro. En realidad, hay “n” escenarios posibles (futuribles), en la medida que nos podemos imaginar el futuro que queramos (el futuro preferido). Esta es parte de la riqueza humana, que no solo no estamos atados a un destino sino que muy por el contrario, cada quien puede construir el futuro que más desee. Observemos que los escenarios de futuro tienen una escala de más a menos probabilidad de ocurrencia:
Escenarios posibles (futuribles) = n
Escenarios probables (futurables) = n –
Escenarios viables + deseables = 3
Escenario apuesta (normativo) = 1
Posibilidad – probabilidad – deseabilidad – realidad
(ρ = probabilidad de ocurrencia)
La anterior es la escala de probabilidad de la ocurrencia de los futuros. Así se demuestra que no hay un solo futuro, sino un número ilimitado de posibilidades y probabilidades, pero que solo ocurrirá un futuro.
Visión voluntarista: la construcción del futuro es un acto voluntarista, un acto de libertad. Lo acabamos de ver cuando se mencionan escenarios viables y deseables. Las dos condiciones, viabilidad y deseabilidad, se deben dar de forma simultánea. Un futuro probable tiene que ser viable y deseable al mismo tiempo, con la finalidad que se convierta en el escenario normativo o escenario apuesta. Aquel por el que vamos a trabajar minuto a minuto, desde el presente.
La deseabilidad del futuro a construir conlleva un acto de libertad humana al máximo grado, porque es el compromiso con el “deber ser”.
Práctica participativa: esta característica significa que la prospectiva se hace con la participación de los actores sociales. Son ellos quienes están interesados en la construcción de su propio futuro.
Porque al final, construir el futuro implica la negociación de los distintos intereses de cada actor participante. Este proceso no es fácil, pero si se logra, el resultado será el compromiso de los actores sociales en la ejecución de los proyectos y acciones requeridas para el logro del futuro planteado.
Lejos de ser autárquico, el futuro es una construcción colectiva de los actores sociales, y un compromiso con las propias responsabilidades derivadas de esta amplia participación.
Recuerda: los estudios de futuro son una reflexión sobre el porvenir; en cambio, la prospectiva es acción sobre el presente, orientada al logro del futuro viable y deseable.