ORGANIZACIÓN, IDENTIDAD, ESTRUCTURA, ACOPLAMIENTO

Al distinguir un objeto observamos un conjunto de partes y relaciones que lo constituyen. Este conjunto de relaciones es su organización. Las formas de materialización de estas relaciones definen la estructura de un objeto particular en un espacio y tiempo determinado.

Los componentes particulares pueden variar con el tiempo siempre y cuando se mantengan las mismas relaciones, por lo que lo que permanece es la organización del sistema, determinada por el tipo de relaciones. Ejemplo de esto es una institución educativo donde los estudiantes cambian de forma permanente, igual que los administradores y los docentes, pero la organización de la institución se mantiene en el tiempo, debido a la estabilidad de las relaciones entre los diferente roles.

Por eso se puede afirmar que las relaciones son constitutivas del sistema. Una organización en consecuencia es una red cerrada de relaciones que al mantenerse en el tiempo dan lugar a una identidad. Esta identidad se produce cuando el conjunto de relaciones se estabiliza y emerge un conjunto de valores, normas y significados que son compartidos por toda la organización y los cuales se mantienen en el tiempo independientemente de los individuos particulares envueltos en estas interacciones.

En un momento determinado los roles y los recursos particulares que constituyen estos relacionamientos definen la estructura de una organización, la cual puede sufrir modificaciones sin por eso afectar la identidad de la organización. Es decir, que un sistema autónomo responde a las variaciones de su entorno, mediante un ajuste de su estructura lo que se conoce como acoplamiento estructural. Este fenómeno es claramente observable en la siguiente gráfica.

Gráfica 1. Acoplamiento estructural

En ella los elementos “triángulo recto”, “triángulo equilátero”, “rectángulo y “rombo” representan la identidad de la organización la cual se mantiene a través de tiempo y aún cuando haya variaciones en el entorno de actuación de la misma. La forma como estos elementos cambian de lugar para dar origen a nuevas formas, pero sin perder su esencia, es lo que corresponde al acoplamiento estructural. Otro ejemplo de la naturaleza es como el agua se acomoda a la forma del recipiente que la contiene, sin por eso dejar de ser agua H2O.

En conclusión, una vez revisados los anteriores conceptos se puede afirmar que para pensar sistémicamente es necesario:[1]

  1. Pasar de observar las partes sueltas a observar el todo.
  2. Pasar de observar los objetos a observar las relaciones entre estos.
  3. Pasar de observar contenidos a observar patrones o lo que es lo mismo, formas de relaciones estables en el tiempo.

Mendoza, M. (2005), Gestión de Mercados. Fundamentos, estrategias, investigación, operación. Bogotá: Escuela de Administración de Negocios.

[1]Reyes, A. (2005). Apuntes de clase curso diagnóstico y diseño organizacional. Bogotá. Universidad de los Andes, Maestría en Ingeniería Industrial.

[2]Espejo, R. (1993). The Viplan Method. A Method to study the Structure of an Organization. Inglaterra. Syncho Ltd.