
Este es un modelo catalogado como uno de los más eficientes porque con él se puede llevar a cabo tanto cambios en el desempeño como cambios en los procesos, en los objetivos organizacionales y en la innovación. Es un modelo multipropósito a nivel gerencial, pero en este caso este diplomado ha querido dirigir la mirada hacia la enseñanza de un plan de gestión del cambio en el desempeño del talento humano, puesto que son los colaboradores los que en realidad permiten la gestión del conocimiento, aportan sus competencias y comprometen su comportamiento en pro del logro de las metas individuales, el desempeño esperado y los objetivos organizacionales.
Siga los pasos que se observan en la siguiente gráfica para que usted como líder pueda orientar a su colaborador en la inserción de cambios en el puesto de trabajo y/o en su desempeño.
Figura 1. Modelo Kotter
Fuente: elaboración propia, modificado de gestionar-fácil
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“En cada etapa, el líder acompañará a su colaborador a desarrollar los pasos para que pueda gestionar su propio cambio en el desempeño.”.
Le invito, líder de la alta gerencia, a que extraiga de la evaluación del desempeño de su colaborador, una competencia técnica que haya detectado de nivel medio o pobre. Por ejemplo, en la pregunta 5 llamada “Productividad”, usted detectó que su colaborador consigue los objetivos en un nivel medio, es decir, con un puntaje de 2.
Como la finalidad es ayudarle a su colaborador a mejorar este aspecto usted deberá ayudarle a gestionar el plan de cambio siguiendo los pasos que se mencionan a continuación:
Ínstelo a reflexionar sobre sus actitudes que le han impedido el logro de un objetivo en su puesto de trabajo. Del siguiente listado, ayúdelo a detectar si ha sido:
Establezca en él un sentido de urgencia por solucionar alguna de estas actitudes puesto que, de mantenerse en un estado estático, su desempeño no podrá avanzar, sino que sobrevendrá un grado de frustración que impedirá seguir el ritmo del grupo, su diálogo con el jefe se tornará cada vez menos fluido y los conflictos surgirán rápidamente.
Plantéele la importancia de elegir un colega como su acompañante para que le ayude a desarrollar una actividad o un proceso en el cual ha encontrado dificultades y en el momento actual se encuentra atorado. Hágale ver que trabajar colaborativamente con otro, conocer cómo lo hacen otros y dejarse rectificar por algún colega no es sinónimo de debilidad sino por el contrario sinónimo de estrategia para el aprendizaje. Asegúrese que él tendrá encuentros periódicos con su colega para que éste le acompañe paso a paso y lo vaya rectificando en sus actividades o en sus procedimientos, supervise sus desarrollos y le ayude a avanzar en pro del logro del objetivo.
Si obliga al colaborador a hacer de un modo concreto un proceso, sin este ser capacitado amplia y previamente, él se resistirá a hacerlo, lo hará, pero a su modo, como él lo entiende y lo procesa en su mente. Por ello es clave elegir una persona de influencia y acercarla a su colaborador para que ésta pueda, en un ambiente menos amenazante, supervisar y corregir los pasos que desempeña su colaborador.
Si usted no le presta apoyo, se mostrará desorientado, será errático y su eficiencia bajará. Este paso en el plan de gestión del cambio puede cambiar el nivel de productividad para bien o para mal de su colaborador. Y para el líder puede constituirse en un error fatal, ya que es probable que el objetivo lo logre, pero a un alto costo en el tiempo o en el desgaste emocional individual y organizacional.
Recuerde que el esfuerzo del cambio debe ser apoyado y no juzgado; debe ser orientado y no desvalorado. Abrirse al cambio ya supone que el colaborador ha permitido que su colega vea su debilidad (desconocimiento del tema, por ejemplo) y esta situación resulta amenazante o vergonzosa para el colaborador. Por ello, elegir el colega facilitador para su colaborador es clave, pues de él dependerá, en gran parte, ayudarle al colaborador abandonar su statu quo y abrir su mente a una forma de hacer.
Como usted lo observa, esta etapa es muy psicológica y cuanto más motive, utilice el tacto emocional y construya confianza, más probabilidades de éxito en el cambio va a conseguir.
Defina una visión del cargo de su colaborador, es decir, defina el alcance que usted como líder quiere que logre ese cargo. Señálele un camino amplio a su colaborador, inspírelo a lograr más con su cargo, motívelo a revisar sus prácticas y hágale saber que su interés como jefe y líder estriba más en recibir sus aportes y sus compromisos que sus funciones. Muéstrele en el mapa de los macroprocesos de la organización dónde se ubica ese cargo y la importancia que reviste para el cumplimiento de los objetivos organizacionales. Explíquele cómo al pertenecer al macroproceso estratégico, o misional o de apoyo de la organización, la proyección del cargo es vital y amplia.
Figura 2. Mapa de procesos del área
Fuente: aiteco (s.f)
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Figura 3 Mapa de procesos de la empresa
Fuente: aiteco (s.f)
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Explíquele cómo será la empresa en el futuro (por ejemplo, en cinco años) gracias a la introducción de los cambios que él, como colaborador, realice en el cargo. Y finalmente, desarrolle una visión del perfil de su colaborador y hágale saber a él, cuánto espera que crezca dentro de la organización.
Comuníquele a su colaborador la necesidad de que él cambie para seguir avanzando y fortaleciéndose en su cargo. Hágale ver que gestionar el cambio, le permitirá cumplir más frecuentemente con los objetivos organizacionales (debilidad detectada de él en su evaluación de desempeño) y esto redundará tanto en sus resultados como en su posición interna dentro de la organización.
Argumente de forma estadística, comercial, académica, social y competitivamente sobre lo que puede conseguir el colaborador mejorando o cambiando su cargo, y cuánto alcanza la organización. Si comunica el propósito permanentemente al talento humano que le urge cambiar, le estará lanzando un mensaje de liderazgo inspiracional, de planeación hacia el futuro, de inclusión y no de exclusión, de asegurarle que él está incluido en los nuevos planes de la organización.
Figura 4 Mapa de procesos de la empresa
Fuente: youtube (s.f)
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Si esto lo logra usted como líder desarrollará una competencia estratégica porque le ayudará a instalar la convicción en el colaborador de que es ventajoso adoptar el cambio y superar su debilidad. Un líder que se compromete con capacitar, ayudar y esperar a que su colaborador mejore e introduzca cambios, es un líder que a mediano plazo está invirtiendo en fidelidad, calidad y compromiso de su colaborador.
Reúnase con su colaborador e infórmese de los avances que ha logrado con el colega ayudador. Valide en qué medida ha podido cambiar e identifique cambios adicionales que debe incluir su colaborador y que exigen de permiso o autorización institucional e inicie la siguiente etapa, la cual es la de implementación del cambio.
Reúna a su colaborador con un experto organizacional (bien puede ser un académico, un ingeniero del área de producción, un psicólogo de la dirección de talento humano) y facúltelo de autoridad sobre su colaborador para:
Figura 5. Metas a corto plazo
Fuente: Steemit.com
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Una vez que se han conseguido triunfos a corto plazo y tanto usted como su colaborador se sienten satisfechos de los nuevos procesos o de los modos de hacer distintos que ha logrado introducir su colaborador al puesto de trabajo, construya sobre el cambio, es decir, consolide las mejoras:
Este paso hace referencia no solo a anclar el cambio en la conducta de un individuo sino a replicar la gestión del cambio en otros individuos de la misma área en la cual usted funge como líder. Socializar los cambios ante todo el grupo de trabajo trae beneficios importantes pues al individuo que ha sido evaluado y que ha sido invitado a un cambio en su puesto de trabajo le conviene hacer saber a sus colegas que ha salido victorioso de ese proceso de mejora.
Por tanto, la cultura de la empresa puede ser un gran motivador a la hora de hacer cambios en otros puestos de trabajo. Recordemos que la cultura corporativa no solo es la suma de varias conductas sino también la suma de las creencias, de los valores, de las expectativas y de la filosofía laboral.
Hacer ver que el cambio no se ha producido debido a nadie en particular, sino al compromiso decidido, valiente y responsable del mismo colaborador es clave, puesto que con este mensaje se motivará a otros a valorar la evaluación de desempeño como una oportunidad útil y ventajosa para cada colaborador y no como una ocasión de amenaza. Se podrá valorar también el rol que el líder ha jugado en el proceso de su compañero y esto les permitirá leer a su líder como una figura fuerte pero confiable, exigente, pero apoyador, un líder que ha facilitado al colaborador adaptarse a los cambios requeridos por la organización en vez de desvalorarlo, enjuiciarlo o exigirle demasiado.
Figura 6. Pasos del cambio exitoso
Fuente: nahunfrett (s.f)
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Tomando como base las explicaciones de Kotter (2012), se puede afirmar que es necesario para el líder evitar que el proceso de cambio se desvanezca, puesto que la gestión del cambio exitosa en un puesto de trabajo le permitirá a él y a su grupo ser competitivo, innovador, comprometido y productivo. Por ello, anclar el cambio en la cultura de la empresa será el equivalente a inculcar la idea de que en la empresa se pueden lograr cambios debido a una nueva filosofía y al respaldo sincero e institucional de su líder.
Finalmente, es útil y significativo implantar y promover que el futuro de su organización dependerá de que tanto colaboradores como líderes sean capaces de conducir el cambio y de hacerlo sostenible en el tiempo. Además, hacer comprender que el cambio es algo permanente que vale la pena asumir como una oportunidad y no como una amenaza, al cual se debe recibir como una ocasión de la que se puede derivar lo mejor.
Dependiendo del tipo de gestión de cambio que el líder de la alta gerencia apoye e impulse en el puesto de trabajo de su colaborador, sin duda, será responsable de la actitud de vida laboral de todo su equipo de trabajo. Otros verán que el cambio no ha sido ni conflictivo ni improductivo, sino por el contrario ventajoso. Así los colaboradores querrán asumirlo en vez de resistirlo. Y del mismo modo sucederá en toda la organización, a la cual, si se le presenta el cambio como una oportunidad de poder sacar lo mejor de nosotros mismos, fácilmente accederá a construir y a anclar (institucionalizar) el cambio en la organización por el valor de sus beneficios.