Caso de análisis

Caso tomado del libro Negocios Internacionales
Competencia en el mercado global (Hill, 2011, p.153)

El comercio textil de Bangladesh

Desde hace muchos años, Bangladesh, uno de los países más pobres del mundo, ha dependido en gran medida de las exportaciones de productos textiles para generar ingresos, empleo y crecimiento económico. La mayoría de estas exportaciones se componen de prendas terminadas de bajo costo, vendidas a detallistas en Occidente, como Wall-Mart. Durante décadas, Bangladesh pudo sacar ventaja de un sistema de cuotas para las exportaciones textiles que le otorgaba, junto a otros países pobres, un acceso preferencial a los mercados ricos como Estados Unidos y la Unión Europea. Sin embargo el 1o. de enero de 2005 ese sistema fue sustituido por otro que estaba basado en los principios de libre comercio. A partir entonces, los exportadores de Bangladesh tuvieron que competir contra productores de otras naciones como China e Indonesia. Muchos analistas predijeron el rápido colapso de la industria textil de Bangladesh, así como un brusco salto de la tasa de desempleo, una declinación en la balanza de pagos del país y un efecto negativo en su crecimiento negativo.

El colapso nunca ocurrió. Por el contrario, las exportaciones textiles de Bangladesh han seguido en aumento, incluso cuando el resto del mundo se sumió en una crisis económica en 2008. Las exportaciones de prendas de vestir de Bangladesh se elevaron a 8.9 mil millones de dólares en 2006, a 9.3 mil millones en 2007 y a 10.7 mil millones en 2008. Aparentemente, el país posee una ventaja comparativa en la producción de textiles (es uno de los principales productores de bajo costo del mundo), lo cual le ha permitido aumentar su participación en los principales mercados globales. En realidad, mientras una profunda recesión económica se apoderaba de las naciones desarrolladas en 2008, los grandes importadores como Wal-Mart aumentaron sus ventas de prensas de vestir de bajo costo para satisfacer a sus clientes, quienes buscaban precios bajos. Obviamente, esta circunstancia benefició a los productores de Bangladesh, pero también a los clientes de naciones desarrolladas que ahorran en ropa y pueden utilizar ese dinero para comprar otros bienes y servicios.

La ventaja de Bangladesh se basa en diversos factores, primero los costos de mano de obra son bajos, debido en parte a índices bajos de salario por hora, y en parte a que los productores textiles invirtieron en tecnología impulsadora d la productividad en la última década. En la actualidad, los índices salariales en la industria textil son entre 40y 50 dólares al mes, casi la mitad del salario mínimo en China. Aunque estos rangos de salario parecen desalentadoramente bajos si los comparamos con los estándares occidentales, es un sueldo que alcanza para vivir en un país donde el ingreso per cápita es de solo 470 dólares al año, y constituye una fuente de empleo para cerca de 2.5 millones de personas, el 85% de las cuales son mujeres con pocas oportunidades de empleo.

El segundo factor de ventaja para Bangladesh es que posee una vibrante red de industrias de apoyo que proporcionan materia prima e insumos a los fabricantes de ropa. Cerca de tres cuartas partes de los insumos se fabrican en el país, lo cual permite a los fabricantes de ropa reducir costos de transporte y almacenamiento, impuestos de importación y largos tiempos de entrega inherentes a las telas tejidas importadas que se utilizan para hacer camisas y pantalones. En otras palabras, las industrias locales de apoyo ayudan a impulsar la productividad de los fabricantes de ropa de Bangladesh, otorgándoles una ventaja en costos que van más allá de bajos índices salariales.

Una tercera ventaja de Bangladesh: ¡no es China! Muchos importadores de Occidente son muy cautelosos con respecto al hecho de depender de china para las importaciones de bienes específicos, por temor de que algún inconveniente económico o de otro tipo pudiera diezmar su cadena de suministro a menos que tuviera una fuente alterna de donde abastecerse. Por todo ello, Bangladesh se ha beneficiado de la tendencia de los importadores Occidentales al diversificar sus fuentes de suministro.