Estado unitario: propio de las repúblicas centralistas, como el caso de Colombia. El poder se concentra en la capital, pese a que existen organismos que representan el poder ejecutivo, legislativo y el judicial en los departamentos y municipios. Se tiene una única constitución y leyes y el territorio depende de las decisiones tomadas desde el poder central. Otros países con esta característica particular son: Francia, Portugal, Ecuador, Perú, Panamá, Chile, Republica Checa, existiendo muchos más.
Según Georges Burdeau, el Estado unitario es el que sólo posee un centro de impulsión política y gubernamental. El poder público en la totalidad de sus atributos y funciones cuenta en él con un único titular, que es la persona jurídica Estado. Todos los individuos colocados sobre su soberanía obedecen a una misma y única autoridad, viven bajo el mismo régimen constitucional y están regidos por las mismas leyes. [1]
Estado federal: se trata de la unión de varios Estados que, aunque al interior son libres y soberanos, se encuentran unidos a una entidad federal que conforma al país. El control del territorio está repartido entre Estado central y estados miembros, reconociéndose a estos un papel de relieve, ya sea en el gobierno indirecto del Estado considerado en su conjunto, a través de su presencia en la llamada segunda cámara federal. Este es el caso de México en donde hay descentralización política y el poder del gobierno se distribuye en los ámbitos federal, estatal y municipal. Aunque poseen autonomía en la toma de decisiones, también está sujeto a una constitución federal. Este tipo de estado se define en general, com una forma de división del poder político con base en la constitución en conjunto con el territorio. Los Estados Unidos, Canadá, Suiza, México, Argentina, Brasil, Venezuela, son ejemplos claros de este tipo organización estatal. Colombia, también estuvo dentro de este grupo durante algún tiempo en el siglo XIX.
Según Georges Burdeau, el Estado federal es una asociación de Estados sometidos en parte a un poder único y conservando parcialmente su independencia.[1]
Estado compuesto: están conformados por varios Estados y organizados bajo el poder de un único mandatario. Este prototipo a su vez se clasifica en:
Estados de unión personal: hay sucesión de poder del Estado de manera hereditaria, es decir, el cargo es heredado dentro de la la línea de sucesión, generalmente familiar. Un ejemplo de este tipo de Estado es España en donde la sucesión de poder se da por herencia; en este caso el rey es el soberano de dos o más naciones que son completamente independientes.
Estados de unión real: este tipo de estado se presenta en el caso de Austria y Hungría, donde los países de manera voluntaria comparten el mismo jefe de Estado.
Confederaciones: es la unión entre distintos estados, que a pesar de dicha alianza, conservan su soberanía. Estos continúan disfrutando de las competencias estatales normales. Se constituyen generalmente por tratados cuyo único propósito es la defensa cuando existiere una posibilidad de amenaza externa.
Según su forma de gobierno
Estados teocráticos: funcionan según la doctrina de una determinada religión y por supuesto las leyes tienen una marcada tendencia religiosa. Aunque en este modelo pueden coexistir otras religiones, la política y las instituciones se manejan según los cánones que prevalecen en la religión oficial. Sin embargo, se presenta un ambiente de intolerancia hacia aquellos que no compartan las creencias que imperan. Es algo que sucede en lugares como Irán.
Estados monárquicos: son los Estados que poseen como forma de gobierno la monarquía, a través de un rey, príncipe o emperador; en algunos casos se presenta absolutista. En este modelo el poder ejecutivo lo ejerce el soberano y los ministros que éste designa. Por lo anterior, en los estados monárquicos como los de Arabia Saudita, las leyes y disposiciones de gobierno se ven directamente influenciadas por los deseos del monarca.
Estado democrático: es el caso de Colombia en donde los gobernantes son elegidos por votación popular con la participación de los ciudadanos. Estos Estados suelen ser repúblicas y las decisiones administrativas y gubernativas recaen en los funcionarios elegidos por el pueblo.
Estado dictatorial: el poder es monopolizado y se ejerce obligadamente a partir de un grupo ya sea político, militar, una élite económica o religiosa. Esta figura deteriora notablemente las libertades políticas, y sociales, pues por lo general, y con el fin de controlar las disidencias y oposición, se hace uso de la fuerza púbica.
Estados totalitarios: la represión es una de las características de este estilo de Estado. El poder es ejercido por un solo partido político o religioso. Por lo anterior, hay pocas libertades políticas, sociales y no se permite que otros accedan al poder. Un caso muy conocido fue el de la Alemania nacional socialista y la Italia fascista, y un ejemplo de estado totalitario de izquierda lo fue la unión soviética, durante los periodos en que el poder fue ejercido respectivamente por los partidos Nacional socialista, partido comunista y partido fascista respectivamente.
Estado nacional: su ejercicio se basa en la Constitución. La soberanía se ejerce en todo el territorio y en las instituciones políticas, administrativas y de gobierno; por ejemplo, la nación mexicana y su territorio, nación china y su territorio.
Estados interiores: pertenecen a una república federal, ya sea de una unión de estados, por ejemplo los estados unidos mexicanos; o una federación, como la rusa; o una confederación como la antigua liga de los que confederaba a varias ciudades estado griegas o la confederación de estados norteamericanos.
Ciudad estado: Son estilos de gobierno que existieron en la antigüedad. Ciudades como Ur y Uruk en la antigua Sumeria, Atenas, Esparta, o Tebas tenían instituciones y gobierno propio y por eso eran independientes de otros estados y reinos. En la actualidad un ejemplo de este estado es el vaticano que se constituye territorialmente de la “ciudad” del vaticano y que está dentro Roma y, por supuesto en Italia, pero es completamente soberano e independiente de éstos.