Nacimiento de la contabilidad internacional

Las importaciones y exportaciones de un país hacen que las empresas en diferentes lugares del mundo hablen el mismo idioma contable y sus negocios sean leídos e interpretados en el mismo lenguaje contable, esto facilita las negociaciones y beneficia a las empresas que interviene a nivel mundial. Hablar de la contabilidad internacional parece interesante, ya que si en algunos genera temor, desesperanza o hasta indiferencia, para otros significa esperanza para el futuro, un reto a vencer y, desde luego, la posibilidad de nuevos horizontes de conocimiento.

Las importaciones y exportaciones de un país hacen que las empresas en diferentes lugares del mundo hablen el mismo idioma contable y sus negocios sean leídos e interpretados en el mismo lenguaje contable.

La historia también va a la par con la contabilidad; es decir, que a través del tiempo las negociaciones han evolucionado entre empresas y se van volviendo más fáciles las comunicaciones, el transporte y otros factores de importancia. La contabilidad es el centro de estos negocios y por su información y controles estadísticos hay disponibilidad para los inversionistas de diferentes países. Así, de un sistema rudimentario, manual y lento, ha pasado a uno más complejo, electrónico y ágil.

El desarrollo de la contaduría internacional se remonta a 3600 a. C. Conceptos tales como la depreciación fueron evidentes en el surgimiento de las civilizaciones griega y romana, en donde, por ejemplo, las paredes eran depreciadas a 1/80 anual. Algunos historiadores concuerdan en que la contaduría moderna data del siglo XIV, con el sistema de partida doble. La historia dice que el primer registro contable de una negociación fue hallado en Génova, Italia, en 1340. El sistema encontrado tenía el concepto del negocio como el registro de situaciones únicamente de carácter monetario, es decir que cada negociación la cuantificaban en términos financieros o monetarios. El sistema hallado también separaba los ingresos de los costos y gastos ya que hay cuentas que muestran estos registros. En Italia la ciencia de la Contaduría Pública aparece en el año 1494 con la publicación del primer tratado formal en contaduría llamado Summa de Arthmetica, Geometría Proportioni et Proportionalita, de Luca Pacioli, por un fraile franciscano residente en Venecia. Su tratado fue único, puesto que fue uno de los primeros libros impresos, de hecho, en la imprenta de Gutenberg. Quizás se piense que la contaduría tuvo poco progreso durante el periodo comprendido entre el 3600 a. C. Y el 1494 de nuestra era; sin embargo, se debe pensar que en esa época se produjeron importantes acontecimientos; tales como la escritura, el desarrollo de la aritmética, el uso generalizado del dinero, el desarrollo de negocios en sociedad, el concepto de la propiedad privada, el desarrollo del crédito y una acumulación significativa de capital privado.

Conceptos tales como la depreciación fueron evidentes en el surgimiento de las civilizaciones griega y romana.

El sistema de contabilidad desarrollado por Luca Pacioli originó el nacimiento y la evolución de la contabilidad. El principal objetivo era proporcionar información contable a los inversionistas que hacían las negociaciones sobre el resultado de su negocio, y la información servía para que los inversionistas mostraran ante las entidades financieras la marcha y resultados de sus negocios. Sin embargo, existen pocas diferencias entre la entidad y el dueño, ya que el sistema de Pacioli reportaba de manera conjunta las transacciones personales y del negocio. Por consiguiente, no se manejaba el postulado de personalidad jurídica propia, el principio del negocio en marcha y de periodo contable. El concepto de periodo contable surge recién en los siglos XVII y XVIII. Durante el mismo, el centro de comercio se trasladó de Italia a España, a Portugal y al Norte de Europa. Asociado a este traslado comercial, se produjo el desarrollo contable. En 1673, Francia adoptó el primer código oficial contable, que requeriría, entre otras cosas, que las hojas de balance fueran emitidas cada dos años y que las cuentas de débito se inscribieran del lado izquierdo y los créditos del lado derecho.

Finalmente, en el siglo XIX y a principios del XX se produce el gran salto de la contaduría. La evolución y desarrollo industrial hacen que la información contable sea necesaria, ya que por ella se conoce el resultado de los negocios, es por esto que la contabilidad también sufre una gran transformación y cambios. Nacen las grandes corporaciones multinacionales, los grupos empresariales y nuevas empresas que requieren de un adecuado control de sus negocios; con ello se demandan procedimientos internos y externos que controlen el negocio. Estos controles internos se refieren a la contabilidad y los controles externos a la auditoria. Nacen los procedimientos de auditoría que son los que certifican la información, dando más seguridad a los inversionistas sobre el manejo y desarrollo de su negocio. A consecuencia del dramático incremento de las inversiones extranjeras y del comercio exterior, así como la integración económica de grupos regionales tales como la Comunidad Económica Europea, surgieron problemas relacionados con la actividad internacional de los negocios. Este fenómeno resulta particularmente complejo, ya que involucra reconciliar las prácticas contables de las diversas naciones en las que operan las empresas multinacionales, así como enfrentar problemas contables únicos en el área de negocios internacionales.

La contaduría internacional (o multinacional o trasnacional) es una de las diversas especialidades reconocidas en el campo contable.

La internacionalización de la contabilidad se debe principalmente a las transacciones de empresas multinacionales que necesitan de una adecuada información contable, que permita que los inversionistas la analicen y la lean con el fin de tomar decisiones sobre nuevas inversiones y negocios a nivel internacional.

Mucho se ha dicho y escrito de la naturaleza multinacional de la economía mundial actual. Automóviles Volkswagen, Toyota y Mercedes Benz se ven por todo el mundo. Lo mismo sucede con televisores y cámaras japonesas, zapatos italianos y refrescos Coca Cola, que se pueden adquirir en cualquier país. Es realmente una era de globalización económica. La proliferación de empresas multinacionales y sus actividades, han constituido el desarrollo más significativo dentro de los negocios internacionales no sólo de las pasadas tres décadas, sino posiblemente en toda la historia internacional de los negocios. La apertura económica y la globalización hacen que el comercio internacional siga creciendo y que cada país necesite cada día más los productos de otros países, lo que significa que el crecimiento es acelerado y rápido. Es por esto, que la contabilidad necesita de profesionales en el área para tal reto.

Es difícil imaginar un sistema contable único para todas las compañías de todas las naciones, pero es factible desarrollar procedimientos contables uniformes en bloques económicos regionales.

La empresa se va involucrando cada vez más en el comercio exterior, la actividad de la contaduría internacional se incrementa así como sus costos debido en asesorías externas. Estos costos llegan a punto tal en el que es más conveniente desarrollar las capacidades internacionales de sus propios empleados, es decir, implantar un departamento de exportaciones que se encargue del comercio internacional. Afortunadamente, varios organismos nacionales e internacionales han reconocido la necesidad de eliminar estas discrepancias y fomentar la armonización de prácticas y sistemas contables en el mundo. Estos organismos se han propuesto el difícil objetivo de lograr un sistema contable internacional más homogéneo. Considerando los diversos sistemas contables que existen en el mundo, es difícil imaginar cualquier tipo de estandarización. El objetivo principal es eliminar diferencias innecesarias mediante un mayor grado de cooperación entre las entidades que se encargan de establecer las normas. Queda mucho por lograr y se requiere tomar conciencia de la problemática y actuar con iniciativa, habilidad y dedicación.