Los contadores y auditores financieros | La contabilidad electrónica o los registros digitales |
Son los responsables absolutos y totales de descubrir los fraudes contables, la doble contabilidad, la evasión de impuestos, los capitales ilegales, el lavado de dinero y activos. El crimen de cuello blanco, el crimen organizado y el crimen corporativo, son sólo algunos de los riesgos que confrontan cada día a día. | Uno de los grandes inconvenientes que tienen los contadores y auditores financieros es la falta de preparación en el área de las computadoras. Ya no es como antes, que los libros de contabilidad eran registrados hoja por hoja, con números y códigos de identificación, y no podían tener ningún tipo de enmendadura o tachadura y, prácticamente, eran la historia viviente de la empresa. Hoy en día la situación es muy distinta. Aunque existen códigos de seguridad en las computadoras y claves de acceso a la información, para los delincuentes no hay nada que no puedan descifrar y cambiar en cuanto a información digital. En el mundo moderno, ya los delincuentes no tienen necesidad de armas para robar, sólo necesitan la preparación en el mundo de la informática (IT) (information technology), para cometer todo tipo de delitos, detrás de un teclado y una pantalla. |
¿Quién es un auditor forense? | Una preparación integral |
Es un tanto osado, atrevido y arrogante autocalificarse como auditor forense. De hecho, no existe ninguna entidad académica acreditada y reconocida a nivel internacional que expida un título de auditor forense, ya que como se ha analizado, el término no tiene sentido. El título debe ser específico y destacar su especialidad. Por ejemplo, auditor contador forense, aunque no es seguro que los maestros de la academia de la lengua española aprueben la correcta aplicación de este título. Sin embargo, si lo aceptan para otras profesiones como médico-forense o médico-legista o psiquiatra-forense, etc., se está ante una novedad y el nacimiento de una especialidad profesional. | Pero, ¿qué bases se necesitan para acreditar el título? Habría que tener una formación en el área judicial, de criminalística, de criminología, en técnicas de investigación, técnicas de recopilación de evidencias y pruebas periciales, para evitar cometer errores y que, posteriormente, esas evidencias o pruebas no sean aceptadas por la corte. Además, familiarizarse con el sistema de los procesos en corte civil o criminal y el conocimiento pleno de los derechos civiles de los sospechosos, para evitar incriminar injustamente a personas simplemente por un indicio que a la postre no se puede probar. |
¿Quién ordena una auditoría forense? | Autoridad legal del auditor investigador forense |
Por ser un procedimiento de investigación forense, es decir, de carácter legal, no puede ser ejecutado a título personal o privado, pues en este caso cualquier evidencia o prueba no podría ser presentada como parte de un proceso judicial ante una corte, ya que simplemente fue adquirida sin cumplir con los requerimientos legales correspondientes, que tienen como objeto proteger los intereses, tanto de los acusados como de las víctimas. Una auditoría forense la ordena un juez, en primera instancia, o un gran jurado como se estila en los Estados Unidos, pero como la ley o el procedimiento legal cambia de país en país, quizás haya países en donde es la fiscalía o la procuraduría las instituciones que toman la iniciativa de adelantar investigaciones preliminares para evaluar el caso antes de llevarlo antes un estrado judicial. Quizás la mecánica sea diferente, pero el objetivo es el mismo. Inicialmente tiene que haber una denuncia o una sospecha con fundamento para iniciar una investigación. | En el hecho de que un auditor-investigador sea asignado a un caso por orden judicial, éste se convierte en un funcionario con autoridad para el cumplimiento de la ley. Tiene la investidura oficial y por ende su actuación debe ajustarse a las normas que exige el reglamento, su conducta debe ser intachable, su ética debe estar por encima de todo, su lealtad para con sus superiores y para con sus compañeros de equipo debe ser a toda prueba, nunca debe divulgar el desarrollo de la investigación, ni mucho menos entablar amistad o mantener relaciones de ningún tipo con personas comprometidas con la investigación y que puedan convertirse en posibles acusados. Jamás deberá tomar iniciativas por cuenta propia, primero deberá consultar con el jefe de la investigación para revisar el procedimiento y que éste no sea lesivo y pueda entorpecer el desarrollo del proceso. El equipo de investigadores, por lo general, trabaja por grupos y un investigador nunca debe estar sólo, pues su actuación individual puede ser cuestionada posteriormente en la corte, por los abogados de la defensa de los acusados. |