Caso de estudio - Teoría del cuartico de hora
Instrucción
Lea el siguiente documento, analícelo y responda las preguntas. Al final, socialice los resultados con el profesor de la asignatura.
Teoría del cuartico de hora
Por: Josué Lucio Robles Olarte
Desde hace varios años ha venido ventilándose y haciéndose común la tesis, que es necesario aprovechar el cuartico de hora, pues la oportunidad que ahora pueda presentársela a un ciudadano, es posible que no vuelva en muchos años, si es que vuelve.
Cuando se promulgó la nueva Constitución Política a mediados de 1991, se pensó que ese tipo de apreciaciones iba a modificarse, dados los nuevos enfoques frente a la responsabilidad de los servidores públicos en el manejo de los recursos y bienes estatales.
Sin embargo, parece que, a muchos, la nueva Constitución no los ha tocado, les ha pasado por encima; han seguido pensando como si la nueva constitución no existiera. Lo anterior lo demuestra el crecimiento de denuncias e investigaciones que se adelantan contra las autoridades civiles, militares, administrativas, políticas y judiciales.
Aprovechar la oportunidad de ser director, gerente, jefe de compras, en fin, quien tenga la facultad de ordenar gastos, celebrar contratos o incidir en los procesos de negociación para adquirir bienes o servicios, no consiste precisamente en aportar lo mejor de sus conocimientos profesionales, ni mucho menos, en aplicar sus mejores virtudes morales.
Aprovechar el cuartico de hora consiste en dejar de lado los principios administrativos.
Todos administran, aunque no sepan qué es administrar, no posean habilidades para ello o no tengan idea de lo que están administrando. No es extraño ver a un ingeniero agrícola o a un veterinario de jefe administrativo en un hospital o un médico como secretario de obras públicas o un odontólogo de gerente en una empresa licorera o un abogado de jefe de planeación.
Existe un alto grado de irrespeto por las profesiones y se institucionalizan exabruptos como el “que manda, manda, aunque mande mal o autoridad que no abusa del poder, se desprestigia”, con el convencimiento de ser “seres superiores”, diferentes a sus semejantes, durante el cuartico de hora se actúa para “salir de la olla” o de lo contrario, más tarde, será calificado de “pendejo”. (Robles Olarte, 1998, pág. 73).
Panorama
Lo anterior fue descrito por el autor Josué Lucio Robles Olarte en su obra sobre el Estado y la Gestión Pública, en el año 1998, situación que desafortunadamente no dista para nada de las circunstancias actuales, antes, por el contrario, parece ser que se ha recrudecido. Si bien es cierto, el Estado en aras de depurar la Administración y Gestión Pública, a la luz de nuestra Constitución, de manera continua, ha emitido o actualizado normas orientadas precisamente a regular tanto la prestación del servicio público como a los servidores públicos, donde el interés general, la transparente y eficiente gestión de lo público constituyen el eje central.
En consecuencia, se cuenta hoy, con una amplia normatividad que busca ajustar el comportamiento de los servidores públicos a los principios constitucionales y normativos que gobiernan la Administración Pública, dejando en claro que el ejercicio de la función pública conlleva responsabilidades políticas civiles, patrimoniales, penales y disciplinarias.
Pero esto no ha sido impedimento para que se siga presentando, tanto en el gestor público como en los particulares, un alto índice de corrupción que denota pérdida al respeto de valores, donde la honestidad, la lealtad, la sinceridad y probidad del gestor público es algo exótico y constituye una piedra en el zapato para aquellos funcionarios corruptos, interesados solo en utilizar el cargo público para su propio provecho, pues consideran que cuanto les rodea es para su beneficio personal, pensamiento excluyente de todo principio ético, ya que el corrupto se ha vuelto alguien popular y exitoso en nuestra cultura, donde la trampa, el engaño y la ventaja hacen parte del decálogo de antivalores y el centro de la vida cotidiana.
Encontramos hoy en día claros ejemplos de esto a lo largo y ancho de la Administración pública, donde escándalos como los de Foncolpuertos, Inter-bolsa, el carrusel de la contratación, Saludcoop, Odebrecht, el desfalco a los recursos de la Gobernación de Córdoba, Reficar, el cartel de la hemofilia, el cartel de la toga, los alimentos escolares, entre otros, se han vuelto el pan de cada día y donde no solo participan servidores públicos sino también los particulares, un claro indicio de que la corrupción se enquistó en Colombia, invadiendo no solo el ámbito público sino también el privado, donde se manipula para favorecer los intereses de unos pocos, aspecto malévolo del poder. Constituyéndose esto en un pésimo modelo para una sociedad que está en permanente construcción y busca un desarrollo más justo y equitativo.
Lo anterior ha venido deteriorando las instituciones y la buena imagen de la función pública, afectando en gran medida la credibilidad ciudadana frente al quehacer del Estado y sus servidores, mellando en gran medida el comportamiento de los integrantes de la sociedad que ven como tasa de medida el actuar de sus dirigentes, hasta el punto de alterar los valores de la sociedad, pues el ejemplo y las buenas costumbres son la base para que una sociedad se comporte de acuerdo con los principios éticos, premisa que dista mucho del modelo que impone el cáncer de la corrupción que actualmente nos invade.
Actividad
A partir de lo anterior, reflexione y resuelva lo siguiente:
- ¿Habrá alguna relación entre lo descrito anteriormente y la violencia? ¿Por qué?
- ¿Qué papel juega el proceso educativo en la formación de los nuevos líderes y agentes de cambio?
- ¿Por qué la consulta anticorrupción ganó, aunque no pasó?
- ¿Qué papel juega usted como ciudadano en la lucha contra la corrupción?
- ¿Cree usted que el abstencionismo favorece la corrupción? Justifique la respuesta.
- Elabore una infografía sobre tres de los casos de corrupción aquí mencionados.