Estudio de movimientos

Por medio del estudio de movimientos se logra un mayor perfeccionamiento del método seleccionado para realizar un trabajo. Generalmente el nuevo método tiende a reducir el costo unitario de la mano de obra que ha de pagar el patrono, principalmente reduciendo el número de horas hombre requeridas. De manera similar la selección del proceso también se combina con la selección de máquinas y herramientas que, por su mayor eficacia, reducen los costos de la mano de obra. Por consiguiente, la simplificación del trabajo tiende a desplazar mano de obra de una operación determinada. El impacto de este fenómeno es más notorio en el corto plazo, pero, afortunadamente el incremento de la productividad mejora la competitividad de las empresas en el mediano plazo y como resultado se generan nuevas plazas de trabajo para más trabajadores.

Los habitantes de los países industrializados han conseguido un elevado nivel de vida gracias a la gran productividad de la mano de obra. Han reducido paulatinamente el número de horas hombre necesarias para todas las actividades productivas en los sectores minero, agrario, industrial, financiero, comercial y de servicios. Se ha demostrado fehacientemente que, a la larga, todo el mundo se beneficia de un aumento de la productividad. Cada empresa debe tener en cuenta que estos beneficios generales se obtengan sin pedirle a nadie que trabaje demasiado. El perfeccionamiento de los métodos a menudo facilita el trabajo lo suficiente para que el operario, con el mismo gasto de energía, pueda producir más unidades por día. Economizando movimientos innecesarios, combinando operaciones, reduciendo las distancias y utilizando herramientas adecuadas, los operarios pueden realizar el doble del trabajo en el mismo tiempo.

Esta fase del estudio de movimientos permite la realización de más trabajo sin pedirle al operario que gaste más energía. El ahorro de energía debe beneficiar tanto al trabajador como al patrono a través del aumento en las ganancias debido a la disminución en el costo de mano de obra directa del producto.

Figura 1. Se supone que no se aumenta el salario del operario cuando solo se perfeccionan los métodos.

En algunas fábricas, especialmente en aquellas que cuentan con una inspección deficiente, se pueden encontrar trabajos que se realizan sin métodos ni planes adecuados, sin normalización y con una idea escasa o nula de lo que debe ser el trabajo de un día. En estas fábricas, la variación de los materiales con respecto de los normalizados puede obligar al operario a trabajar despacio o a ejecutar operaciones extra, provocando una baja producción.

De igual manera, esta situación puede conducir a retrasos por no tener en buen estado la maquinaria o el equipo. La falta de trabajo y los retrasos por uso de herramientas inadecuadas pueden causar la inactividad del operario. La normalización de materiales, métodos, herramientas, equipo y condiciones de trabajo han de preceder siempre a la instalación de un sistema de primas, siendo todo esto incumbencia de la dirección.

El esfuerzo que realiza un empleado en un momento dado o en un día definido es una cuestión puramente personal. A cada persona se le garantiza su salario horario, independientemente de su producción. Si el empleado conoce lo que es el trabajo normal de un día y se le paga una bonificación por el trabajo producido por encima de él, en la mayor parte de los casos eliminará por sí mismo las pérdidas de tiempo que dependan de él, tal como entrar tarde, salir pronto y otras actividades innecesarias durante el día. Es más, presionará a la dirección para que elimine las situaciones de tiempo inactivo que se hallan fuera de su control, tales como la escasez de materiales, averías de las máquinas y retraso en la preparación de las herramientas.