Revolución Francesa

Toma de la Bastilla - Jean-Pierre Houël [Public domain], via Wikimedia Commons

Se convierte en el hecho más importante de la época, como quiera que el pueblo en un solo contingente, se alza contra la Monarquía, debido a los abusos y desmanes cometidos contra ellos. Resultante de lo anterior se expide el 1° de agosto de 1789, el Decreto de la Asamblea Nacional, sobre la abolición de los privilegios feudales y la proclamación de la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano. Varios proyectos de ésta, se debatieron durante el proceso revolucionario, tres importantes debates buscaron la unidad de la Declaración:

  1. Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano del 26 de agosto de 1789.
  2. Declaración de 1791
  3. Declaración de derechos y deberes del hombre y del ciudadano del 22 de agosto de 1795.
  4. texto

Sin embargo lo anterior, la Declaración de 1789, la consagra la historia como la primera en aceptar la universalidad de la soberanía individual y de los principios de libertad e igualdad como fundamentos de la naturaleza humana. Ella es el producto de intensos debates en el seno de la Asamblea Constituyente, en los cuales se enfrentaron jacobinos, girondinos y radicales que pretendían llevar el concepto de la igualdad jurídica a la igualdad social y económica.

En este marco de ideas es que surgen los denominados derechos de primera generación, relacionados con los derechos civiles, y derechos políticos, señalados arriba en esta misma unidad.

Después de la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, se desarrollaron todos los movimientos de cambio en Europa. En el siglo XIX se presentan las confrontaciones político-ideológicas que terminan con la abolición de los regímenes monárquicos europeos, la instauración de las ideas republicanas de la revolución industrial y del desarrollo del capital fundado en la ley de la oferta y la demanda. La herencia universal de la Declaración tiene su mayor impacto en los movimientos independentistas de las colonias hispanoamericanas, quienes la apropiaron y lucharon por su propia independencia. Actualmente la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano es el fundamento para la afirmación del individuo como sujeto de derechos que se ha consagrado en las Constituciones contemporáneas.

Conocidos los daños sicológicos, sociales y económicos producidos por el genocidio que generó la Segunda Guerra Mundial durante los años de 1939 a 1945, renace la Organización de las Naciones Unidas –ONU-, con la aprobación de su Carta fundamental en la ciudad de San Francisco, sentando las bases para la consolidación de la paz, el respeto a la dignidad de la persona humana y la vigencia de los derechos humanos, proclamando la Declaración Universal de los Derechos Humanos.