Calidad de vida laboral
La gestión del talento humano y la fuerza de trabajo han propiciado cambios importantes en los esquemas tradicionales de dirección, en las jerarquías, en participación y en los procesos internos de comunicación de las organizaciones. Lo anterior se evidencia en el interés de las organizaciones por favorecer un clima organizacional agradable que propicie el desarrollo, la superación y el buen desempeño de sus empleados. La calidad de vida laboral es uno de los valores organizacionales más importantes ya que influye en la creación de una fuerza laboral comprometida con la organización. La calidad de vida laboral se entiende como el grado de satisfacción y bienestar físico, psicológico y social experimentado por los trabajadores en su puesto de trabajo y entorno laboral.
Es importante la participación de las empresas y los trabajadores en los programas para mejorar la calidad de vida si se desea mejorar los ambientes laborales, propiciar el desarrollo de los trabajadores y aumentar la productividad y el rendimiento laboral. De igual manera, la calidad de vida laboral tiene relación con los procesos de salud y bienestar que se desarrollen para mejorar el desempeño de los trabajadores. La salud laboral suele verse afectada por problemas de estrés, de mala comunicación, de maltrato laboral o por condiciones físicas y estructurales de la organización.
La seguridad física de los integrantes de la organización es un aspecto clave para los trabajadores, la empresa y las autoridades. Es función de la gestión del talento humano participar de manera activa en la verificación de las medidas de seguridad, en el proceso de proporcionar registros y estadísticas confiables, así como en la adopción de las medidas que contribuyan al bienestar físico y la preservación de la salud de todas las personas que integran la organización.
Los riesgos de higiene y seguridad son aspectos del ambiente de trabajo que tienen el potencial de causar daños a la salud o incluso la muerte de los trabajador. Los riesgos de salud son factores que de –manera lenta, acumulativa y muchas veces irreversible– producen un deterioro en la salud del trabajador. Muchas de las enfermedades catalogadas como laborales pueden poner en riesgo la vida de los trabajadores, incapacitarlos de forma permanente o afectar a terceras personas. Entre las principales causas de los accidentes y enfermedades laborales están las tareas que se deben realizar, las condiciones de trabajo y la actitud y responsabilidad de los trabajadores.
El Sistema General de Riesgos Profesionales establece los programas de salud y seguridad que deben implementar las empresas de acuerdo a la ley. De igual manera, establece las inspecciones a las que deben someterse y los registros e informes sobre accidentes y enfermedades laborales que deben presentar a las instancias correspondientes. Las actividades rutinarias o repetitivas ocasionan trastornos y traumatismos que pueden redundar en enfermedades o accidentes laborales.
Los programas de higiene y seguridad laboral deben promover actividades de prevención, diseño ergonómico, inspección, investigación, capacitación y motivación. Entre las acciones preventivas y de bienestar se debe desincentivar el consumo del alcohol y tabaco, y se deben promover los estilos de vida saludables, el consumo de una alimentación balanceada, la práctica de ejercicio y el manejo adecuado del estrés.
El programa de salud y seguridad debe ser evaluado periódicamente para asegurar que presta un servicio que beneficie a los trabajadores y que dé resultados benéficos para la organización. Esta evaluación debe hacerse en el marco del análisis del nivel de riesgos, de la instalación de sistemas de seguridad y prevención, y de los planes de actuación y detección temprana de problemas.