Evaluación y auditoría de la gestión del talento humano

La dirección del área de la gestión del talento humano debe disponer de un conjunto de enfoques, sistemas de medida, cuestionarios y herramientas para evaluar su trabajo y la efectividad de su área. Los enfoques de evaluación pueden ser cualitativos o cuantitativos, y deben estructurarse proyectando un alcance, un propósito y unos grados de precisión. Dicha evaluación puede ser aplicada por evaluadores internos o externos.

La auditoría de la gestión del talento humano de la organización evalúa las actividades del personal que se desarrollan en la organización y tiene como objetivo asegurar que la dirección y su equipo de trabajo cumplan las normas y políticas del área de forma adecuada y eficaz. El equipo de auditoría de personal utiliza varios instrumentos y técnicas para desarrollar su labor, además puede establecer comparaciones a nivel interno o con otras organizaciones similares. Entre estos instrumentos se encuentran las entrevistas, los sondeos y las encuestas de opinión, así como los registros internos, las fuentes externas y la experimentación. Una vez recopilados y analizados los datos se elabora y presenta el informe de auditoría, el cual proporciona retroalimentación y datos esenciales a la dirección de la organización.

La medición de la gestión organizacional basada en indicadores financieros permite determinar la eficacia, la eficiencia y la efectividad de los procesos, actividades y tareas de la organización. Uno de estos modelos permite integrar los indicadores financieros del pasado con los no financieros del futuro, de tal forma que permite entender las interdependencias entre sus elementos, así como la coherencia con las estrategias y la visión de la organización. Este modelo presenta cuatro bloques o perspectivas en los que la organización debe identificar y gestionar sus objetivos:

  1. Perspectiva financiera: refleja la estrategia de la organización para maximizar su valor a través de indicadores para medir dicho objetivo financiero, entre estos indicadores están los de flujo de caja, rentabilidad del cliente, rentabilidad del producto y gestión de riesgos, entre otros.
  2. Perspectiva de clientes y del mercado: su propósito es identificar los objetivos que aumenten la capacidad competitiva a través de indicadores de imagen y reputación de la organización, de calidad con relación al cliente, de los atributos de los servicios o productos y de las expectativas del cliente, entre otros.
  3. Perspectiva de procesos internos del negocio: son los procesos de valor que se ofrecen a los clientes y que generan utilidad para la organización. En este caso se tienen en cuenta los indicadores de porcentaje de producción, porcentaje de productos nuevos, comparación de nuevos productos con la competencia, costos, calidad, tiempo o flexibilidad de los procesos, costos por reparaciones y tiempos de respuesta.
  4. Perspectiva de aprendizaje y mejora: se refiere a los recursos básicos que garantizan el éxito presente y futuro, y permiten el logro de objetivos; incluye indicadores de satisfacción de los empleados, productividad, necesidades de formación, bases de datos estratégicas, programas informáticos, patentes e iniciativas personales y grupales.