Características de los grupos y equipos de trabajo
Los grupos son la consecuencia de las relaciones interpersonales y de la evolución de las actividades que realizan las personas. Los grupos poseen características propias y diferentes a los atributos de los individuos que los conforman. En las organizaciones se tienen establecidos dos tipos de grupos:
- Formales. Establecidos por la dirección con metas específicas que cumplir.
- Informales. Son aquellos que surgen espontáneamente a partir de factores como la cercanía de los puestos de trabajo, los intereses comunes o los sentimientos de amistad y afinidad. Entre los aspectos más importantes de los grupos informales se destaca la poderosa influencia que ejercen en la productividad y la satisfacción laboral.
Otros aspectos importantes que se observan en la estructura de los grupos están dados por el papel que desempeñan el líder y cada uno de los miembros que los conforman, las normas aceptables de comportamiento y el estatus dentro del grupo y frente a otros grupos. El grado de cohesión o atracción entre los miembros de un grupo está directamente relacionado con el tiempo que comparten y con sus características demográficas como edad, sexo, raza, nivel educativo y tiempo de servicio en la organización.
Equipos de trabajo
El trabajo en equipo es el escenario en el que se desarrollan tareas operativas e interdependientes a partir del esfuerzo y la acción coordinada. Cada integrante del equipo de trabajo debe conocer sus objetivos y contribuir de manera entusiasta y responsable a la consecución de las tareas asignadas. Entre los elementos que fortalecen un equipo de trabajo se encuentran el entorno de apoyo, la coincidencia de habilidades, el establecimiento de roles, y las retribuciones.
Al interior de las organizaciones se suele identificar tres tipos de de equipos:
- Equipo solucionador de problemas. Se caracteriza por concertar el plan de trabajo, los objetivos de calidad y el ambiente de trabajo. Sus integrantes comparten ideas y proponen métodos para mejorar los procesos y tareas.
- Equipo autodirigido. Sus integrantes asumen las responsabilidades de sus antiguos supervisores, toman decisiones de planeación, programación y evaluación del despeño laboral.
- Equipo interfuncional. Se basa en la suma de esfuerzos para el desarrollo de tareas específicas por individuos del mismo nivel jerárquico pero de diferentes áreas de la organización.
Los equipos de trabajo tienen un ciclo de vida que es proporcional al tiempo de ejecución de las tareas asignadas. Durante este tiempo, los integrantes suelen tener experiencias de aprendizaje que les permiten beneficiase del conocimiento adquirido o desarrollado. Esto genera un proceso de evolución y desarrollo de tareas, de tal manera que el equipo experimenta diversas etapas que son el resultado de la solución de las situaciones problémicas que el equipo enfrenta. De igual forma, son los integrantes del equipo quienes establecen las reglas a seguir en cada caso y las aportaciones que debe realizar cada individuo.
Los equipos de trabajo inician con una etapa de formación en la que los integrantes establecen las responsabilidades individuales y las colectivas, y en la que se establecen las primeras relaciones interpersonales. Luego deben sobrevivir a la etapa de ajuste, en la que se compite por asumir los roles del grupo, para luego pasar a la etapa normación, en la que el equipo opera en forma de cooperativa y sinérgica logrando el establecimiento de reglas de comportamiento individual que apunten al beneficio del equipo.
Posteriormente sobreviene la etapa del desempeño, que es la etapa de madurez, proposición y enfrentamiento de retos complejos, en la que las tareas deben ser eficientemente cumplidas. Por ultimo, llega la etapa de desintegración; esta supone disolver relaciones sociales y laborales intensas (Davis y Newstrom, 1999).
Resolución de conflictos
La resolución de conflictos interpersonales requiere de estrategias de confrontación para que, de manera satisfactoria, los integrantes del grupo o equipo puedan mantener su dignidad y solventar las diferencias con sus contrapartes. Las relaciones deben fundarse en la construcción del beneficio mutuo para efectos de lograr resultados positivos a la hora de negociar opiniones, demandas laborales, retroalimentación de resultados, entre otros.
