Aplicación del enfoque de sistemas en la organización

La racionalidad de las empresas depende de entender la integración e interacción dinámica entre sus estructuras básicas y sus partes finitas, enfocadas a un fin común que está en manos y a disposición de las personas, donde el conjunto del sistema está por encima de sus partes.

Lo anterior propende por la generación de relaciones organizacionales y procesos sociales de acción y decisión acordes a los parámetros establecidos, con el propósito de permitirle a la empresa adaptarse a las modas, a los cambios de paradigmas organizacionales –propios de los sistemas económicos cambiantes o en crisis– y a lo que se enfrenta continuamente como sistema social vivo, ya que en este caso la empresa es el resultado de una construcción social.

Esto obliga a la búsqueda de herramientas organizacionales racionales que le permitan a la empresa evaluar el modelo, los métodos y los procesos necesarios para subsistir. De igual manera fija pautas que le permitan sobresalir, asumir retos y entenderse a sí misma como una estructura compleja, organizada, consecuente con los grados de libertad del sistema y de sus partes, e integrada por humanos hábiles capaces de percibir, procesar y moldear su comportamiento de acuerdo con las variables del entorno y de tomar decisiones de acuerdo a la información comprendida por los sistemas en un marco de cooperación, flexibilidad y desarrollo de redes en el que se reconozca la importancia de los cambios como retos para romper paradigmas y generar valor.