Barrera de entrada

Uno de estos casos de barreras de entrada es el del sector floricultor colombiano, que para comercializar sus productos internacionalmente y, al ser un sector mayoritariamente con tendencia exportador, más del 90% de la producción sale del país y debe certificarse en áreas de cumplimento fitosanitarias que son aquellas referentes a la prevención de enfermedades en las plantas con el fin de no generar un envío contaminado.

Asimismo, se debe tener certificación en manejo del suelo y de los recursos de forma sostenible y en cumplimiento de áreas de talento humano como la formalidad laboral, la no contratación de menores de edad y la no explotación de la mano de obra. Aspectos que fueron marcados históricamente al sector agrícola y que, por lo tanto, generaron presiones sociales para exigir su erradicación, siendo una de las formas de control: la certificación.

De esta manera, incluye la revisión y el proceso de las auditorías para los proveedores o contratistas, con el objeto de verificar el nivel de cumplimento de los requisitos y las oportunidades de mejora que una empresa le exige a otra. Así, es usada como un mecanismo para evaluar a los proveedores, generar una clasificación y priorizar relaciones.

Por ejemplo, se usa para comprobar que un proveedor cumpla con el pago de los parafiscales a sus colaboradores, en caso de que se encuentre una irregularidad se le comunica a la empresa que audita para que lo solucionen, dando un plazo establecido y en caso de no presentar solución al requisito se da por terminada la relación, para evitar inconvenientes o problemas, tanto legales como reputacionales (Sotelo, 2018).