Las definiciones de ética empresarial son muy variadas y dependen de igual manera del marco de referencia en el cual son producidas. Por ejemplo: Verstraeten, afirma que la ética empresarial es “una investigación de las opiniones, valores y modelos de comportamiento de los empresarios, gerentes y empleados, así como de las consecuencias de los comportamientos éticos o no éticos de las empresas”[1]. También dice que no es una teoría abstracta sino un cuerpo de conocimientos prácticos, orientados al tratamiento de las decisiones de negocios que envuelven dilemas éticos o conflictos de valor.
Como ética aplicada, la ética empresarial busca adaptar al contexto de la empresa conceptos éticos. A través de ella la organización puede adherirse a principios y prácticas que guíen a sus miembros de hacia la reflexión y la acción moral en el quehacer diario que se da en el ámbito laboral y de negocios. “Necesitamos más principios, más ética en los negocios en general y en la industria financiera en particular. Porque son los principios éticos los que aseguran un comportamiento adecuado de los agentes en un sinnúmero de situaciones no previstas por las normas. Como dijo Earl Warren, durante muchos años presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos: "en la vida civilizada, la ley flota en un océano de ética"[2].
Sin moral las leyes no pueden subsistir, y ninguna disposición legal se puede llevar a efecto en ausencia de una conciencia moral basada en ciertos principios éticos elementales. La ética no implica solo exhortaciones morales, sino acción moral.
La crisis puede ser el punto de inflexión para articular un sistema económico más eficiente y productivo, y, al mismo tiempo, más estable, más justo y más alineado con los intereses legítimos del conjunto de los ciudadanos del mundo. La crisis, en definitiva, puede convertirse en una enorme oportunidad para todos. “Y para conseguirlo, la clave es la ética. Las empresas son instrumentos fundamentales para la construcción de una economía y una sociedad globales y pueden ser catalizadores muy poderosos de la transformación hacia un mundo más próspero, equilibrado y sostenible”[3].
En este sentido afirma Hans Küng[4], todos los valores y normas morales están ligados a una cultura, pero hay valores y normas nucleares que son universales. Este autor ha estado desde hace varias décadas preocupado por una ética que posea unos principios y valores con pretensión universal, por ello, fue invitado a la ONU, donde propuso claramente las pretensiones de lo que debería ser una ética para la economía mundial, el cual sugerimos como lectura complementaria ya que resulta muy interesante en su contenido para los desafíos que debe abordar la ética en la empresa en el mundo de hoy.
En términos generales “El Pacto Mundial de la ONU, puesto en marcha por su secretario general Kofi Annan en 1999, ofrece un punto de partida de gran valor. Ha sido ya suscrito por más de 5.200 participantes corporativos y stakeholders de más de 130 países. Las exigencias que plantea para el comportamiento corporativo en una economía globalizada son cuatro:
La ética en la empresa es una preocupación a nivel mundial, por parte de gobiernos, filósofos y académicos. En este sentido vale la pena citar las líneas directrices de la OCDE [6] (La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) para empresas multinacionales. Sus exigencias presuponen unos criterios éticos muy concretos, en particular:
Según Hans Küng, “el manifiesto por una ética económica global recuerda a todas las partes interesadas en negocios globales sus responsabilidades individuales en orden a humanizar el funcionamiento de la economía global: la globalización necesita una ética global”[7]. Para ello, la ética actual ha desarrollado toda una serie de reglas de prioridad y certidumbre. Según Hans Küng[8], es fundamental que las mencionemos por las implicaciones que poseen para las profesionales que desempeñan su trabajo en las empresas: una regla de resolución de problemas. No debe haber un progreso científico o tecnológico que, una vez materializado, genere más problemas que soluciones.
Una regla de la carga de la prueba. Todo el que presente un nuevo conocimiento científico, apruebe una determinada innovación tecnológica o ponga en marcha una determinada forma de producción industrial debe demostrar que aquello que se emprende no ocasiona perjuicios sociales ni ecológicos.
[1] VERSTRAETEN, J. From business ethics to the vocation of business leaders to humanize the world of business. Business Ethics: A European review . 1998. p. 112
[2] GONZÁLEZ, Francisco. Op. Cit., pp. 21-22.
[3] Ibid., p. 21./p>
[4] HANS, Küng. El Manifiesto por una ética económica global. Ética en la empresa y en las finanzas: el gran reto poscrisis. Madrid: Fundación BBVA, 2012. p. 35.
[5] Ibid.
[6] OCDE. Líneas directrices para empresas multinacionales. [on line] Consultado en marzo de 2013. Disponible en: http://www.comercio.mineco.gob.es/es-ES/PDF/legislacion/TextoDIRECTRICES.pdf
[7] HANS Küng. Op. Cit., p. 41.
[8] Ibid., p. 44.