Según lo manifiesta el catedrático y sociólogo español Antonio Lucas Marín una empresa es una organización social, un sistema dentro de cual un grupo personas desarrollan un conjunto de actividades encaminadas al logro de unos objetivos comunes, para satisfacer necesidades sociales.
Para Idalberto Chiavenato, citando a Miller y Rice afirma, “toda empresa puede verse como un sistema abierto, que tiene características comunes con los organismos biológicos. Un sistema abierto sólo existe, y puede existir, si intercambia materiales con su ambiente. Recibe materiales, los transforma mediante procesos, toma parte de estos productos transformados para su sostenimiento interno y exporta el resto”[2].
Por ello, la empresa se constituye en un factor fundamental de la convivencia social, que con su rol de transformadora de la economía, genera recursos para la satisfacción de necesidades humanas, permitiendo con ello la autorrealización de la misma. “Al estar formada por individuos, alcanza la categoría de ente social con características y viva propias que ofrecen el progreso humano”[3].
Como sistema social integrado por individuos y grupos de trabajo, la empresa desarrollo unos valores comunes. Pero es además, un sistema social abierto ya que está en constante interacción con el entorno que la rodea, allí busca un equilibrio y de modo permanente transforma sus recursos.
Por eso, como organismos vivos que son, desde la definición de la visión y la misión, las estrategias competitivas, los planes de acción, al igual que en los mecanismos de control, las empresas están comprometidas con la calidad. “En el siglo XXI, la empresa tiene que ser responsable; debe responder a las demandas legítimas de su entorno, asumir compromisos con las sociedades en las que está presente.
Adicionalmente, tiene dos motivos muy importantes para hacerlo: la convicción y su propio interés. La convicción, porque la ética y los valores positivos deben constituir el núcleo de su cultura corporativa. Y el interés porque las empresas afrontan una sociedad cada vez más informada y exigente y necesitan, por tanto, mayor legitimidad para desarrollar con éxito su actividad en el medio y largo plazo. Por otra parte, una sociedad más próspera y estable es, al mismo tiempo, una condición y un resultado del buen desarrollo de las empresas”[4].
[1] By Srttorres - Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=35114254
[2] CHIAVENATO, Idalberto. Administración de recursos humanos. Bogotá: McGraw-Hill, 1995. p. 11.
[3] CANADELA RAMÍREZ Edith, et al. Fundamentos de administración. [on line] Consultado en marzo de 2013. Disponible en: http://fcasua.contad.unam.mx/apuntes/interiores/docs/2012/administracion/1/fundamentos_administracion.pdf
[4] GONZÁLEZ, Francisco. Ética en la empresa y en las finanzas: el gran reto poscrisis. Madrid: Fundación BBVA, 2012. p. 19.