Algunos pensadores como Malthus, afirma que en un futuro la humanidad será incapaz de alimentar a la sobrepoblación de la tierra. Lester Brown[2], director de Earth Policy Institute en Washington, considera que la escasez de alimentos podría precipitar el colapso de la civilización global. Las tendencias medioambientales que hemos seguido en las últimas décadas como deforestación, erosión del suelo, retracción de los glaciares, expansión de los desiertos y subida de los niveles de Co2 avanzan implacables.
No hemos conseguido dar la vuelta a una sola de estas tendencias, pero aún nos cuesta hablar del declive y del colapso de nuestra civilización. No existen valores ni verdades absolutas, universales y categóricas, ya que sencillamente el campo de la actuación moral es muy amplio a nivel personal y social. Sin embargo, en estos aspectos que hemos descrito, la bioética y la ética misma tendrán mucho que decir a la hora de orientar las decisiones morales de las culturas.
La ley[3] en Colombia ha planteado unos principios que el Consejo Nacional de Bioética tiene como orientación: la prevalencia, indivisibilidad y la inviolabilidad de los derechos humanos y de las garantías fundamentales, según lo contemplado en la Constitución Política y en los acuerdos internacionales firmados por el país.
Así mismo, se encuentra la valoración de la dignidad de la persona humana y el respeto por el pluralismo étnico, religioso, de género y cultural, la búsqueda de la erradicación de la pobreza y de la marginación, así como la reducción de las desigualdades sociales y regionales.
También están presentes la promoción del bien general, sin perjuicios de origen, raza, sexo, género, color, credo y edad. La atención del derecho a un medioambiente equilibrado.
El carácter no confesional del Estado colombiano invita a tener un interés especial por los demás y sus experiencias, a olvidar los prejuicios, a fomentar la confianza entre iguales, a hacer efectivo el derecho a la participación abierta, a respetar a los demás y ser “responsables de desarrollar una relación en la que auténticamente respetemos a los otros”[4].
El desafío más grande que tiene la bioética consiste en expresar con argumentos contundentes a la concientización de la sociedad, que la ciencia y la tecnología son instrumentos eficaces para el desarrollo humano, en la medida que permiten la solución de los problemas a los cuales se ven abocados. No deben ser instrumentos de dominación y control, en función de la riqueza desmedida de unos grupos que olvidando los compromisos sociales se constituyen sólo en objetos del poder económico.
[1] https://commons.wikimedia.org/wiki/File%3ALester_Brown.jpg
[2] LESTER Brown. El mundo que viene, entrevista: El mundo sábado 28 de febrero de 2009. [en línea] consultado en marzo de 2013. Disponible en: http://www.omau-malaga.com/subidas/archivos/noma/arc_2070/exta/pdf/Art%EDculo%3A_El_Mundo_280209.pdf
[3] Texto definitivo del 091 DE 2007 CÁMARA. por medio de la cual se crea el Consejo Nacional de Bioética y se dictan otras disposiciones. http://servoaspr.imprenta.gov.co:7778/gacetap/gaceta.mostrar_documento?p_tipo=10&p_numero=091&p_consec=18878
[4] KISNERMAN, Natalio. Ética, ¿un discurso o una práctica social? Buenos Aires: Paidós, 2001. p. 114.