Componer el escenario: el contexto para el éxito
Crear el contexto adecuado es fundamental para tomar decisiones acertadas. Este contexto es el entorno de las relaciones interpersonales y conductuales dentro del cual se pueden tratar las ideas y la información, y en el cual se pueden tomar las decisiones. Para que esto sea posible es necesario:
- Que participen las personas adecuadas: es decir, aquellos que poseen conocimiento, experiencia y relación con el resultado esperado. Por ejemplo, personas con autoridad, personas que se verán afectadas con la decisión, expertos, oponentes y defensores.
- Procure que el tamaño del equipo de decisión sea manejable: el equipo deberá ser reducido, en lo posible igual o inferior a siete miembros que puedan tener contribuciones importantes. Un equipo con muchas personas puede ralentizar el proceso, sobretodo si contribuyen muy poco al mismo.
- Utilice equipos especiales si es necesario: esto depende de la complejidad de la decisión, por ejemplo, si trabaja en una nueva página web, le convendrá utilizar un equipo especial que resuelva asuntos técnicos.
- Piense en el escenario: esto ayuda al grupo a generar soluciones creativas y a evaluarlas críticamente. Elija varios lugares de reunión, ya que la gente suele conversar con más libertad en los lugares poco habituales, pues se siente menos intimidada o restringida por la empresa.
- Determine el método que seguirá para tomar la decisión: tras determinar los participantes y el escenario es necesario que el grupo conozca cómo se tomarán las decisiones y quien las tomará, es bueno para esto usar el consenso, las votaciones y el liderazgo directivo.
- Defienda el diálogo: la toma de decisiones efectiva comienza por implicar a las personas adecuadas y dar a cada una de ellas el rol adecuado, pero más que eso fomentar el dialogo, evitar las riñas o peleas y ser imparcial.
En resumen, componer el escenario consiste en crear un ambiente en el cual se propicien decisiones efectivas, se refiere a crear un contexto en el cual se tenga la información suficiente, sin problemas de preferencias o influencias de factores no éticos. Consiste también en establecer unas reglas básicas que permitan determinar cómo se tomará la decisión.