Cuando la organización busca convertirse en una organización que aprende se dan cuenta, que debe someterse a muchos cambios. Uno de ellos es que deben estar siempre en aprendizaje continuo. Desde este punto de vista, la estructura organizacional y la forma en que está diseñada tiene mucho que ver en la evolución hacia una organización que aprende, pues dependiendo de la estructura se afectara o no la manera de aprendizaje.
Si tiene una estructura común (las actividades se agrupan de acuerdo a un trabajo en común
Caso contrario, cuando es una estructura menos tradicional, donde se mantiene distancia entre los directores y trabajadores, la estructura se crea ante flujo o procesos de trabajo (no basado en funciones) y con una jerarquía plana (solo se tienen pocos altos directivos), porque al implementar la cultura de la organización que aprende facilitaría hechos como: que los equipos y el aprendizaje de estos sean autodirigidos (aprendiendo además entre ellos), el objetivo de la mejora continua sea común a todos (no autoimpuesto sino un compromiso común) y las fronteras entre funciones tendieran a desaparecer (el jefe no sería un Controlador/supervisor sino un facilitador).